Algo me decía que tenía que irme, que debía tomarme un tiempo desconectado de todo para ver las cosas con prespectiva, para pensar y analizar todo lo que me había ocurrido en los últimos meses.
Coincidía que tenía unos días de vacaciones, y si lo juntaba con horas de asuntos personales y algunas horas que me debían en mi trabajo podía llegar a juntar 6 semanas de fiesta. Así que me planteé irme solo de viaje. Nunca antes lo había hecho y aquellos que viajan en solitario siempre lo recomiendan. Y pensé donde ir y me dejé aconsejar por algunos apasionados a viajar y me plantearon la posibilidad de ir a
Asia (Vietnam, Camboya, Tailandia, Filipinas...). Era una buena opción, podría practicar mi inglés (este año de no ser por el viaje estaría haciendo tercero en la escuela oficial de idiomas) y conocer una cultura muy diferente a la nuestra, bonitos paisajes, comida exótica, etc. Pero el no haber viajado sin acompañante nunca y la idea de estar solo en momentos en que mis pensamientos podían navegar por un universo inexplorado, lleno de agujeros negros y laberínticas nebulosas me hicieron presagiar lo peor, temer que me pudiese sentir fuera de lugar y agobiarme en exceso con la situación. Así que descarté la idea.
Hablé con un buen amigo y le expliqué mi intención de viajar pero que de momento descartaba la opción de viajar solo. Me explicó que hacía años él hizo un viaje con una agencia que organizaba viajes alternativos grupales y me pareció una buena opción al menos para valorarla.
Busqué la web de la agencia y me puse a mirar los viajes que organizaban. Viajes a cualquier destino del mundo a precios asequibles. Formaban grupos de 8 a 10 personas y le asignaban un organizador. Dormiríamos en alojamientos locales, los cuales eran concertados por la agencia. No había una ruta marcada, era el grupo que lo decidía. Vamos, que era como viajar solo pero junto a un grupo de amigos.
Aunque era una buena idea a mi no me acababa de convencer, así que pensé en hablar con dos amigos que han hecho de viajar una forma de vida.
Ñaki estaba en Croacia y en breve iniciaría un viaje a Senegal de 2 meses. Junto a su bicicleta (a la que llama "Niña") ha recorrido medio mundo. Era una buena opción, pero Senegal no me convencía y yo sabía que él prefería ir solo.
De otra parte estaba Romà. Un joven loco con el que me identificaba plenamente ya que me recordaba a mi cuando yo tenía su edad y al que hace unos años le dije "si pudiese me iba contigo a vivir grandes experiencias!". Me comentó que estaba organizando un viaje de seis meses por Sudamérica, que iba a comprarse una moto y la iba a enviar allí para usarla como medio de transporte y que si me quería añadir las seis semanas de las que disponía no había problema, que estaría encantado de compartir conmigo ese tiempo. Pero no perdió la oportunidad de decirme "y si te quieres venir los seis meses, pues te lo piensas y te vienes". Le dije que no podía, que era una locura y no podía marcharme tanto tiempo, que con un mes y medio ya podría desconectar y empezar a sentirme mejor. Así que valoré todas las opciones que tenía sobre la mesa y sin duda irme a Sudamérica era la que ganaba por goleada.
Empecé a mirar vuelos y vi que los precios se disparaban, casi 2000 euros! Era una locura tanto dinero para pasar "solo" un mes y medio, a parte los gastos que iba a tener allí. Así que volví sobre mis pasos y me puse a mirar nuevamente aquella web de viajes organizados. Seguía sin convencerme... y de repente empecé a pensar ¿y por qué no seis meses?, ¿qué me priva de hacerlo?, tengo el dinero, las ganas, un gran compañero de viaje que tiene experiencia y con quien me llevo muy bien, tengo un trabajo que me permite poder disponer de permisos excepcionales, salud y fuerzas... pero sobre todo, lo que tengo es la NECESIDAD de hacerlo!
Otro buen amigo, Nan, que me ha ayudado mucho en todo este proceso, me recomendó que viese un video que habla de algo que ahora se ha puesto de moda: el ÁREA DE CONFORT: https://youtu.be/RSUykLfEmVE
Me hizo abrir la mente, comprender que debemos salir de nuestra área de confort, que el mundo es mucho más grande y esconde muchísimas otras cosas lejos de las "cuatro paredes" en las que vivimos nuestro día a día.
También leí un post que me ayudó mucho a ver las cosas bajo otra perspectiva: http://hekay.es/blog/1/4/2016/invierte-en-aquello-que-te-puedas-llevar-al-morir
Así que entre una cosa y otra me volví a preguntar ¿Y POR QUÉ NO?
Lo primero que hice fue llamar a Romà y le dije que me lo había pensado y que si él era capaz de arrastrar conmigo sobre una moto durante seis meses, pues que podía contar conmigo! Lo primero que hizo fue empezar a reírse, luego me dijo que si estaba seguro y al final me dijo "claro que puedo contigo loco".
Y ASÍ EMPEZÓ TODO!
Hola Elí, que ilusion me hace oir tu historia aunque seguro que detras hay algo triste. Son las etapas de la vida, las crisis personales nos hacen tocar fondo para asi poder salir disparados hacia arriba y volver a sacar lo mejor de nosotros.
ResponderEliminarYo ya llevo unas cuantas acumuladas, jeje en una me vine a Holland a vivir ya hace varios años y ha sido maravilloso, y hace unos meses nuevo cambio, dejé el trabajo y con mi pareja nos fuimos 3 meses a recorrer europa él en bici y yo con el coche jajaja, ha sido chulisimo y tambien es un cambio duro, y ahora buscando nuevos challenges, ahorrar dinero y volver a montar otro viaje. Te dejo nuestro blog www.feelingtravelling.com y no pares de vivir! Un abrazote! Rosa