GASTRONOMIA Y OTROS
GASTRONOMÍA:
Se podría decir que la gastronomía Argentina se basa prácticamente en el asado, las pizzas, las milanesas (carne rebozada) y las empanadas.
Si queremos comer barato y sano para dejar un poco de lado tanto frito, pizzas y asados la ciudad te ofrece la opción de comida para llevar aunque también se puede consumir allí mismo en unas mesitas que ponen al servicio del cliente. En el centro encontré dos de estos lugares, uno estaba en la calle Córdoba con la calle Esmeralda, el "Deli Office", donde principalmente podías prepararte bocadillos a tu gusto o tomar una ensalada (100 pesos) o unos "rolls" (85 pesos). También tienen postres como copas de frutas cortadas o yogurt con cereales y frutos secos (55 pesos) y el agua de 50 cc. a unos 35 pesos.
El otro centro que ofrece el este mismo sistema y tipo de comida lo encontramos en la Av. Presidente Roque Saenz Peña, muy cerca de la Pl. Mayo. Se trata del "Green Eat". La comida que ofrecen es muy similar aunque con un toque más vegetariano. Como punto positivo hay que añadirle que a partir de las 18h mucha de la comida que tienen le aplican un 20% de descuento.
A continuación nombraré los restaurantes que visité y los numeraré con el mismo orden que las visitas explicadas en la entrada anterior, así si la visita 1 es el centro, nombraré el restaurante que visité durante ese recorrido. Que quede claro que los restaurantes no son lujosos y lo que primó es que el precio/calidad fuese razonable. Vamos allá:
Gastronomía 1: En el centro a parte de encontrar los dos restaurantes de comida para llevar, visité un par de pizzerías al Corte. Una de ellas está tocando al Obelisco, se encuentra en la Av. Corrientes 961 y se llama "Gran Pizzería la Rey". Puedes comer empanadas y porciones de pizza por un módico precio.
Otra pizzería del mismo tipo es la "Pizzería Guerrin" en Av. Corrientes 1348 que está entre las más antiguas y tradicionales de la ciudad.
Gastronomía 2: En el barrio de la Recoleta hay muchos restaurantes turísticos donde poder entrar pero un guía me recomendó justo frente a la librería "El Ateneo" el restaurante "La Farola". Se trata de un restaurante donde su especialidad son las "milanesas" (carne rebozada) que va cubierta de ingredientes como si de una pizza se tratase.
Como recomendación comentaros que las porciones son exageradamente gigantes. Hay milanesas individuales, para dos y para tres y cuatro personas. Os aseguro que con una individual comen dos personas de sobras!
Gastronomía 3: En el barrio de "Boca" o de "Caminito", como prefiráis llamarlo, no os faltarán ofertas para comer, aunque a unos precios un poco más elevados que en el resto de la ciudad. Nosotros tuvimos suerte (o eso creemos) cuando topamos al final de la calle "Caminito" justo al cruzar las vías del tren, con el restaurante "Menjunjes". Nos atendió la cocinera que nos comentó que la parrilla Argentina la hacían con la mejor carne, que no cobraban servicio de cubierto y que todo nos quedaba por 375 pesos, bebidas a parte. Comparamos precio con algunos de los restaurantes de la zona y os puedo asegurar que era el más barato con diferencia.
La calidad de la comida me pareció ajustada al precio, el lugar bastante tranquilo, un poco apartado de las grandes aglomeraciones, muy buen servicio y comida suficiente para quedarte bien saciado.
Solo entrar se respira un ambiente especial, el local está lleno de gente esperando a que una mesa se libere. Ofrecen comida variada entre lo que destaca la pasta fresca y las carnes a la parrilla. Yo me pedí una "entraña" (pedazo de carne del vacuno que se extrae de la parte periférica del diafragma del animal) y no es por refregároslo en la cara, pero fue la entraña más rica, tierna y sabrosa que he comido nunca.
Si no recuerdo mal el precio con bebida y servicio incluido rondaron los 250 pesos Argentinos (15€).
Gastronomía 5: En la Costanera hay muchos restaurantes bastantes lujosos en el que los precios son elevados. No entré en ninguno. Cerca del lugar se puede comer en el barrio de "San Telmo" o a la vuelta al centro en uno de los locales de comida para llevar.
LOS FESTIVOS:
Y llegaron las Navidades, sabía que posiblemente alguna fecha la iba a pasar solo, seguramente el fin de año. Pese a que el 24 cené con Romà y el 25 comí con él y su chica, las sensaciones fueron muy extrañas ya que en ningún momento tuve la impresión de estar en fiestas. El no haber casi adornos navideños ni en la calle ni en las tiendas, que no se oyesen villancicos, que hiciese una temperatura de más de 30 grados por lo que mi indumentaria era unos pantalones cortos, una camiseta y unas zapatillas, el estar lejos de la familia, esperar el momento tan deseado de dar y recibir los regalos de papa Noel, entre otras tantas cosas, era como estar viviendo la Navidad en un planeta distinto.
No obstante todo eso te ayuda a valorar esos momentos vividos, un sentimiento que a mí desde pequeño siempre me ha hecho sentir diferente, como más lleno de bondad y más cercano a tus seres queridos.
Año Nuevo es otra fecha importante para mí, aunque hace algún tiempo que se ha ido difuminando quedando un reducto de miembros que nos juntamos para celebrarlo.
Ésta vez también me sentí extraño al ver que cuando aquí eran las 20h, en Barcelona la familia estaría brindando por la entrada de un nuevo año. Puedo decir que este 2016 ha durado 4 horas más para mí.
Para celebrarlo me acerco a Puerto Madero. Allí cada año los restaurantes que forman parte de ese paseo tiran fuegos artificiales justo al pasar la media noche. No hay campanadas ni nada por el estilo, ni tampoco sabes exactamente cuando se ha cambiado de año aunque lo puedes intuir porque empieza el gran festival de pirotecnia. Los cohetes se suceden a uno y otro lado de la costanera en toda su extensión, mucha gente se sitúa en el "Puente de la Mujer" aunque yo me quedo en uno de los laterales mientras bebo una cerveza y brindo en mis pensamientos para que éste año que entra sea un año lleno de cosas buenas para mis seres queridos y para mí. Me quedo un rato allí, pensativo mientras miro los fuegos, pensando en todo lo vivido este intenso y loco 2016. De repente un Dj arranca con la música y aparece un animador que dirige a la gente que baila al ritmo que les marca. Si paseas un poco puedes ver que todos los restaurantes tienen sus fiestas privadas, incluso hay un bar al aire libre en el que por entrar te cobran 300 pesos (unos 20€) con una consumición añadida. No me parece un precio caro comparándolo con lo que te pueden llegar a cobrar en Barcelona.
De esa noche no tomé fotos, preferí no cargar con nada excepto un documento y algo de dinero por lo que pudiese pasar. Las grandes aglomeraciones pueden ser el nido de algunos ladronzuelos que esperan el momento idóneo para actuar al descuido. Por ello cuelgo una foto extraída de internet, seguro que se ve más bonita que cualquiera que pudiera tomar yo esa noche.
Al despertarme vuelvo a echar en falta algo que para mí siempre fue parte de las Navidades: el concierto de Año Nuevo con el que mi padre me desvelaba al ponerlo a "todo trapo" y a su fin, poco antes de comer, el campeonato de saltos de esquí.
Ahora solo falta esperar a que llegue el día 5, la noche de Reyes, una fecha que durante mucho tiempo fue para mí la triste despedida de las Navidades, pero que los últimos años se convirtió, gracias a mi mujer, en una de las noches más esperadas del año.
Habrán sido unas Navidades diferentes, pero enriquecedoras, no me cabe la menor duda.
CURIOSIDADES:
Hay varias cosas que me llamaron la atención en la ciudad de Buenos Aires que por desgracia no son nada positivas. Ahí van:
Calles en mal estado
Se me hace extraño ver que la capital de Argentina tiene en tan mal estado sus calles, sobre todo en el centro. Muchas baldosas están rotas, otras sueltas y si ha llovido como pises una que no esté firme te salpica ese agua mugrienta que se esconde bajo ella llenándote las piernas, calcetines y calzado.
Sin techo a diestro y siniestro
Si bien es cierto que casi todos los que vi estaban el centro me sorprendió ver tal cantidad de ellos. Si estabas tomando algo en una terraza, intentando encontrar la paz entre tanto bullicio, ellos conseguían que se transformase en un "via crucis". Una vez pude contar en media hora que estuve en una terraza que se me acercaron 8 de ellos: unos pidiendo tabaco, otros dinero, otros dejando unas estampillas en tu mesa , otros vendiendo baterías portátiles, etc.
Entiendo su desgracia, pero creo que gobierno debería hacer algo para evitar que el turista se lleve esa imagen de la ciudad.
¿Está lloviendo? No, es el agua de los aires acondicionados
Por increíble que parezca muchos de los aires acondicionados que hay en la ciudad son antiguos y el agua que éstos extraen de la humedad del ambiente cae directamente a la calle formando grandes charcos en el suelo y la incomodidad que supone ir caminando y cada dos pasos que te caigan unas gotas de agua, vete a saber provenientes de donde, encima de tu cabeza.
Mejor comprar en chinos que en supermercados
Los supermercado que más vi en Buenos Aires es "Carrefour" y el típico colmado regentado por chinos.
Los precios de los alimentos en Argentina son carísimos, por ejemplo una lata de atún te puede costar 3€, una botella de aceite de oliva de 500cc 6€ y una botella de agua de 2 litros 1€, siendo difícil encontrarlo a un precio más económico. Pero contrariamente a lo que sucede en Barcelona, los colmados chinos son algo más baratos que los supermercados y la hora de cierre es un poco más tardía.
REENCUENTROS:
Aunque viajé con varios contactos en la maleta, tanto de Buenos Aires como de otras ciudades, no contaba que durante el viaje iba a conocer infinidad de personas y que ya sea por capricho del destino o porque en este mundo del viajero conoces la cara amable de las personas, vuelves a reencontrarte por el motivo que sea. Ese sería el caso de Valentina, que fue a disfrutar de unos días en Buenos Aires o el de Thiago, que me abrió las puertas de su casa para poder alojarme allí sin apenas conocerme.
Y sin olvidarme de Cynthia, con la que no pudimos coincidir. Que sepas que tenemos pendiente ir a ver ese partido a la cancha de "River".
AGRADECIMIENTOS
Quería agradecer enormemente a Thiago y sus compañeros de piso que me acogieran en su casa durante estos días. Gracias por la confianza depositada, por vuestro cariño y estima, por los buenos ratos vividos y las conversaciones tan divertidas y llenas de risas que tuvimos. Porque estas cosas te enseñan a valorar más a la gente y a confiar más en las personas.
Si venís a Barcelona ya sabéis que las puertas de mi casa las tenéis abiertas.
Os deseo lo mejor!