USHUAIA, EL FIN DEL MUNDO
Nuestro reloj biológico empieza a funcionar al habernos olvidado de los malditos turnos laborales. Cada día abrimos nuestros ojos en una cita puntual con las 08h de la mañana.
Bajamos al comedor y el desayuno aún no está preparado. Aparece la encargada y va sacando a momentos los alimentos que lo compondrá: trozos de pan dentro de una bolsa, un tarro de mermelada a medio usar, un cazo de leche al fuego, café de hace días en un termo fijo... vamos, un desastre. Pero yo recuerdo a mi abuela cuando me contaba que cuando Franco la hizo presa por cantar canciones "de rojos" ella se engordó aunque la comida que servían estaba llena de bichos, y era porque comía sin mirar y siempre repetía. Pues tomando por modelo la película "la Vida es Bella", me dispuse a tomar el mejor desayuno que hubiese podido comer. Tosté unos buenos trozos de pan y generosamente les puse mantequilla y nermelada de durazno (melocotón), me serví un café con leche que estaba caliente gracias a la temperatura que tenía la leche y me lo serví todo como en los mejores restaurantes. Creo que en la vida hay que ser positivo y agradecido por todo aquello que tenemos. Con la imaginación y la disposición podemos hacer que lo peor se transforme en lo mejor!
Antes de partir en este viaje una gran persona me dijo "disfruta de todos y cada uno de los momentos que vas a vivir, has trabajado muchos años y lo tienes más que ganado". Una de las cosas que quiero mejorar es esa, ser un poco menos "enanito gruñón" para pasar a ser más "enanito feliz", ser menos perfeccionista y vivir más conforme con lo que me rodea. Me queda trabajo por delante!
Después de desayunar salimos entusiasmados con la etapa que tenemos por delante, hoy llegaremos a Ushuaia! La meta que se marcó Romà y uno de los grandes objetivos del viaje. Estamos a 220km. de conseguirlo!
Hace frío, estamos en la denominada Tierra del Fuego y empiezo a pensar que es por la necesidad de mantenerlo encendido para combatir las bajas temperaturas.
Los paisajes no cambian, nos siguen acompañando las extensas llanuras plagadas de ovejas con sus corderos, vacas, caballos trotando en libertad, algún guanaco y un par de zorrillos. Cuando apenas quedan 60km. para llegar, el panorama cambia radicalmente. Las rectas y largas carreteras se transforman en una sucesión de curvas vestidas con enormes montañas, cumbres nevadas que se insinuan al fondo y a sus pies ríos y cascadas se abren paso como en una feroz lucha intentado llegar a su destino.
Parece que los kilómetros se hacen más largos de lo que són, pero como en la vida, todo llega y todo pasa, y así llegamos a una puerta que nos parece un arco del triunfo recibiendo a los guerreros que vuelven de una guerra. A sus lados indica el nombre de la ciudad y pasamos bajo su arco sintiéndonos vencedores de una lucha contra el frío, el viento, la lluvia, las difíciles carreteras y el duro clima patagónico.
Avanzamos por la ciudad en busca del letrero que demuestra la consecución de nuestra hazaña. Sin muchos problemas lo encontramos y nos tomamos las pertinentes fotos.
Es curioso como habiendo una ingesta cantidad de sitios con vistas preciosas donde podrían haberlo puesto se decidieron por ubicarlo al lado del puerto, con los cargueros y cruceros de fondo.
Se nos ha hecho la hora de comer, llevamos preparados unos bocadillos de tortilla que dejamos listos por la mañana. Muy cerca del letrero se encuentra la oficina de turismo, me acerco para ver si hay alguna zona para poder comer resguardado del frío, y no solo tiene eso, también hay wifi y wc! Lo mejor que nos podía suceder! Allí comemos y chateamos con nuestros seres queridos para informarles que hemos llegado al fin del mundo!Con la panza llena rehacemos el camino de vuelta a Rio Grande.
Llegamos con la idea de ver el gran clásico del fútbol Argentino, River Plate contra Boca Juniors y para la ocasión compramos un par de litronas "Quilmes" y unas patatas fritas. El partido está empezado y lo cierto es que aunque no le prestamos mucha atención lo vamos siguiendo. Parece que no queda rastro de aquellos Argentinos a los que conocimos la noche anterior, pero a la media parte aparece el más corpulento de ellos, seguidor incondicional de River" y con un gesto de alegría nos explica que están viendo el partido en su habitación porque el estado de éxtasis en el que pueden entrar en algún momento del encuentro no es apto mara compartirlo con todo el mundo.
Vemos terminar el partido con victoria y remontada incluida de Boca Juniors, 2-4. Después de asearnos nos da la hora de cenar y empezamos a preparar el pollo con arroz, como viene siendo habitual. En eso que aparecen los Argentinos, son tres, Dario, el más grande y corpulento, su hermano Esteban, hombre bajito pero robusto y Lionel, el más pillo de los tres. Empezamos a hablar sobre el partido con ellos y Esteban que es de Boca no para de chinchar a Darío. A Lionel, que parece el hermano siamés de una botella de Quilmes, hoy no le importa el resultado, él es hincha de Newels.
Cenamos en compañía de ellos en una terraza exterior que hay en el alojamiento. Nos contamos mil anécdotas y nos reímos mucho. Comparten con nosotros litros de cerveza que parecen no acabar, los vasos nunca llegan a estar vacíos y cada vez que vemos levantarse a Lionel sabemos que volverá con una nueva litrona en la mano o lo que es mejor, con un pack de 6.
Lionel es un comunista luchador y nos explica su teoría de por qué Argentina no avanza: "los Argentinos estamos todos locos, solo necesitamós un líder que nos haga ir a todos por el mismo camino" y divaga grandilocuentemente con las capacidades que tiene el ciudadano Argentino: "a un Argentino le das dos tomates y te hace fuego". Es todo un personaje!
En un momento de la noche Esteban desaparece cual mago lanzando una bomba de humo. Dario nos explica que todos ellos forman parte de una cuadrilla que trabaja en construcciones industriales y que a veces pasan mucho tiempo fuera de casa por trabajo. Ahora les ha tocado estar en Río Grande 20 días.
Son mil temas los que hablamos y debatimos, con los que reímos y nos ponemos serios, momentos en los que parece que podemos arreglar el mundo y otros que vivimos de manera surrealista.
Sin darnos cuenta el reloj marca más de la 1. Nos despedimos en varias ocasiones hasta la definitiva. Son unos capos!
Mapa de ruta:
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