SIN BALLENAS PERO CON LOBOS MARINOS
Despertamos a la misma hora de siempre, puntuales como un reloj y sin prisas tomamos el desayuno. Iremos al punto de información ya que nuestro objetivo es conseguir ver ballenas y aunque hay tours que se encargan de llevarte a navegar para verlas de cerca por una elevada cantidad de pesos hay gente que nos ha comentado que hay una playa desde la que las puedes ver a menos de 50 metros.
Entro yo solo a información porque a Romà no le parece buena idea dejar la moto aparcada en la calle ya que lha visto a un "gorrilla" y no tiene ganas de aguantar su cantinela. Una chica me atiende y me informa, para nuestra decepción, que las ballenas ya se marcharon hace un mes y que es casi imposible poder ver alguna. También me explica las diferentes visitas que podemos hacer, desde ir a recorrer "península Valdés" que es un parque natural que está a unos 100 km. al norte de Puerto Madryn y desde el que se puede divisar diferentes especies de fauna como focas y lobos marinos (330 pesos por persona cuesta el acceso) hasta las visitas gratuitas que podemos realizar. Como todos imaginarėis y estando en "modo ahorro" nos quedamos con la segunda opción.
Al salir de allí nos acercaremos al parque natural de "El Doradillo". Se trata de un parque que está a 19 km. al norte y en el que se pueden observar armadillos, zorrillos y otras especies, pero lo más impresionante es su playa desde la que se pueden avistar las ballenas desde muy cerca. Una vez allí nos encontramos con una gran playa donde su arenal está cubierto de un manto de verdes algas, el olor a mar se siente fuerte.
Lo cierto es que no hemos conseguido ver ningún animal en las dos paradas que hemos hecho excepto un pequeño topillo y dos ratas, y aunque nuestra intención es seguir para conseguir nuestro objetivo, el ripio de la carretera hace muy difícil la conducción de la moto por lo que decidimos dar media vuelta y volver a comer al Hostel.
Una vez llegamos nos preparamos nuestro querido plato estrella, pollo con arroz y nos tomamos un ratito de descanso.
Por la tarde salimos para ir a ver la otra excursión gratuita. Se trata de la visita a "Punta Loma" donde nos han asegurado que podremos ver lobos marinos.
Punta Loma se encuentra a 17 km. al sur de Puerto Madryn. A mitad de camino volvemos a topar de nuevo con el ripio, aunque éste algo más transitable. Llegamos a un miradorí donde ya se oye de fondo los "aullidos" de los lobos y allí los tenemos, habrán dos centenares de ellos: unos nadan a sus anchas, varios machos parecen pelearse y la gran mayoría está durmiendo.
Después de observarlos durante un buen rato decidimos hacer los tres kilómetros que quedan de carretera ya que el recepcionista nos comentó que habían unas vistas preciosas. Nos encontramos con una playa que en lugar de arena tiene piedra cubierta de vegetación, un paisaje muy curioso y bello que la cámara no alcanza reflejar.
Ya de vuelta al Hostel debemos ir de nuevo a comprar, apenas tenemos comida para la cena. Al volver Romà se pone a limpiar la cadena del polvo y tierra que se ha ido pegando durante las últimas etapas y yo aprovecho ese momento para afeitarme la barba que no había tocado desde el principio del viaje.
Una vez terminamos cada uno de nuestras tareas echamos un par de partidas al billar poniendo de excusa que quiero revancha. Apostamos que quien pierda la partida deberá hacer 60 flexiones de brazos consecutivas, aunque finalmente las rebajamos a 50 tras un acto de cobardía.
La primera partida está muy igualada y tras un último tiro magistral a la vez que arriesgado a tres bandas, logro embocar en el agujero que toca la bola negra. Romà debe arriesgar, golpea la bola blanca y sin ni tocarla la negra ésta cae en el agujero. Por fin victoria! Romà paga su deuda sufriendo levemente en las últimas flexiones.
Vamos a por la segunda. Romà me lleva 4 bolas de ventaja pero poco a poco le voy recuperando. A él le queda solo la negra y la tiene bastante bien enfocada en el agujero que toca para ganar la partida. A mi aún me falta una bola por meter. Ha llegado el momento de jugar sucio. Ignoro mi bola y directamente, aunque le regale dos tiros, decido golpear la bola negra y hacer desaparecer toda posibilidad de que en la siguiente tirada pueda ganar. Ha sido una cerdada, lo se. Poco más dura la partida porque el karma ha decidido tomarse su venganza. Una vez ya solo queda la bola negra sobre la mesa decido arriesgar, con la desgracia de meterla en el agujero que no toca. Debo pagar mi promesa y la cumplo con creces, hago las 60 flexiones iniciales que yo había propuesto.
Subimos a la habitación para darnos una ducha antes de la cena y hacemos una mini rutina de gimnasia que Romà realiza asiduamente. Nos comprometemos a realizarla cada día que podamos. Yo empiezo a notar que he engordado algunos kilitos, que aunque lo necesitaba no me gusta ver en qué partes de mi cuerpo se han depositado.
Nos damos la merecida ducha y entre una cosa y otra se nos ha hecho tarde, así que nos metemos de cabeza a la cocina para freír la carne roja que hemos comprado y que acompañaremos con el arroz que ha sobrado al mediodía.
Ya volvemos a la habitación. Escribo una entrada del blog ya que lo tengo ligeramente retrasado y me pongo a dormir cuando el telón de mis ojos empieza a caer...
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