14/12/2016 COMANDANTE LUIS PIEDRABUENA - CALETA OLIVIA (455 km.)
EN EL CUARTEL DE LOS BOMBEROS
Por la mañana nos levantamos y recogemos la tienda de campaña. Nos damos cuenta que un gato siamés que por la noche intentó entrar en nuestra tienda en varias ocasiones y de todas las formas posibles, ha dormido pegadito a nosotros. No puede darme más pena...
Nos acercamos a la cocina para desayunar, vuelve a estar el turno que nos recibió. El Sargento Galeano, muy amable y atento con nosotros se disculpó por la confusión que hubo para que pudiésemos dormir dentro. Nosotros le dijimos que no se preocupase por nada, que ya estábamos agradecidos desde el momento que nos abrieron sus puertas.
Después de desayunar vuelve a aparecer el segundo de abordo que viene a despedirse.
Ponemos la moto a punto y sin más dilaciones partimos hacia Caleta Olivia.
La ruta es larga, carreteras de rectas interminables con el mismo escenario seco y árido de fondo. El fuerte viento no nos abandona y el frío aún se siente en la piel.
Después de hacer las pertinentes paradas para tomar un tentempié, repostar gasolina y estirar las piernas, nos encontramos cerca de nuestro destino. Es algo tarde y decidimos comer en un bar que hay en una estación de servicio. El plato del día es un guiso de lentejas. A nosotros ya nos parece bien y suficiente para poder reponer energías y recuperar la temperatura que hemos perdido en el trayecto.
Al salir de allí estamos a apenas unos 70 km. del destino.
Justo antes de llegar pasamos por una carretera que está plagada de bolsas de basura y plásticos, los cuales provienen de una planta de residuos que a causa del viento va perdiendo gran parte de su producto. Una pena entrar a una ciudad con esa carta de presentación. Al pasar dejamos unos barrios de chabolas a nuestra estela y llegamos al centro. Allí preguntamos en una comisaría de policía por el cuartel de bomberos porque nos habían comentado que a veces dejan pernoctar a algún visitante en sus dependencias.
Rápidamente lo encontramos, se trata de la 5ta compañía de Bomberos de Caleta Olivia. Nos recibe un chico joven de ojos verde azulado que avisa de inmediato a su superior para que hable con nosotros. Un chico de estatura pequeña se aproxima a nuestra posición desde el final del recinto. Una vez nos presentamos le explicamos el motivo por el que estamos allí y nos dice que no cree que haya problema en que nos quedemos ya que recuerda que una vez alojaron un bombero de Madrid, pero no obstante lo debe consultar a su oficial. Después de una breve llamada nos da permiso para dormir esa noche con ellos!
Nos muestran todas sus instalaciones: la cocina, el dormitorio común, el gimnasio que consta de una máquina antigua donde se pueden hacer varios ejercicios y una mesa de ping-pong.
Los bomberos van desfilando delante nuestro saludándonos de manera afectiva. La verdad es que nos hacen sentir muy cómodos.
En el comedor tienen una televisión de gran tamaño y varios sofás dispuestos entorno a ella. Reina un canal deportivo que emite fútbol a todas horas. Comparten mate con nosotros aunque finalmente renunciamos a seguir bebiendo porque lo toman a tal temperatura que nos ha quemado los labios.
Antes de ir a comprar para la cena echamos unas partidas de ping pong con ellos, el nivel está a la par y nos intercambiamos de compañero en varias ocasiones.
Sin que el tiempo se nos eche encima preguntamos por el súper más cercano y el chico joven se ofrece a acompañarnos. Allí nos comenta que van a cocinar pollo al horno y ensalada. Le proponemos pagar la parte proporcional y cenar lo mismo que ellos, con la intención de entorpecer lo menos posible. El afirma con la cabeza como si fuese algo que nos iba a ofrecer. Al llegar a caja nos dice que nosotros somos invitados y que no debemos pagarle nada, pero que si queremos compremos el pan, que con eso ya es suficiente.
A la vuelta nos aseamos y Romà muestra los vídeos del viaje a los chicos del cuartel, la verdad es que no se si es una buena idea porque están descubriendo nuestra verdadera personalidad, incluso alguno comenta en tono de broma "deberíamos haber visto esos vídeos antes de dejar que se alojasen con nosotros".
El oficial se presenta en el cuartel, es un chico muy joven y moreno, con una educación exquisita.
Cuando nos damos cuenta la cena está servida. Pizza, ensalada y pollo al horno. Nos sentamos todos alrededor de la misma mesa y pasamos un buen rato hablando de mil temas diferentes, compartiendo anécdotas y viendo videos de youtube en su televisión.
Una cosa que nos deja sorprendidos es que los bomberos en Argentina también son policías, es decir, ejercen las dos profesiones simultáneamente.
Más tarde compran una tarrina de 2kg de helado que comparten con nosotros.
Son casi las 02h, decidimos acostarnos. Nos avisan que si escuchamos una campana sonando es el aviso de que tienen un servicio. Una vez estamos en la cama vemos como poco a poco se van acostando los bomberos esperando que esa noche el tintineo respete su descanso...
Mapa de ruta:
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