Tocan las 08h y ya estamos en pié, ducha y a empezar el día.
Desayunamos las cuatro variedades que el Hostel dispone al servicio de los clientes, escribo mi entrada del blog y hacemos tiempo para irnos a hacer el papeleo de la moto.
Sobre las 10h salimos de aquí y tomamos el metro para acercarnos a la empresa de transportes internacionales. Nos recibió un joven que eran quien se encargaba de todos los trámites pertinentes al envío de la moto. Inicialmente el precio que iban a cobrar por bajar la moto del barco a tierra firme era de unos 1200€, pero otro golpe de suerte nos sonrió cuando Iván, el propietario del Hostel nos comentó que él había trabajado en aduanas y que varios de los trámites por los que la empresa nos iba a cobrar, los podíamos hacer nosotros directamente en el puerto y nos ahorraríamos bastante dinero. Y así fue. La factura se reducía a la mitad, unos 580€. Pero ya sabemos que las cosas nunca pueden salir bien a la primera y cuando les dijimos que queríamos pagar con tarjeta nos dijeron que no tenían datáfono y que debíamos pagar en efectivo. Sacamos hasta el último céntimo que llevábamos, pero no nos llegaba. Pedimos la posibilidad de hacer una transferencia bancaria desde un ordenador y nos dejaron utilizar el de la recepcionista. Romà se sentó en su lugar y empezó con el trámite.
Tampoco se pudo llevar a cabo ya que al final de la operación y para poderla validar le solicitaban un código que se enviaría por mensaje al teléfono móvil y como no tenemos cobertura... nuestro gozo en un pozo! Deberíamos irnos para conseguir el dinero y o volvíamos al Hostel y de nuevo a la empresa o nos acercábamos al metro, donde siempre hay algún cajero automático que nos dispensaría el montante restante.
Como debíamos desplazarnos a la otra punta de la ciudad para ir a Mapfre para contratar el seguro de la moto buscamos la mejor planificación para poder hacer todo y dejarlo listo. Nos dirigimos al metro dirección la oficina de Mapfre, en el sector financiero de la ciudad. Rápidamente nos atendieron y con la misma velocidad nos dijeron que ellos no hacían seguros para vehículos extranjeros, que solo aseguraban vehículos chilenos. Le insistimos, le comentamos que conocíamos a gente que lo había hecho, pero nada, fue totalmente infructuoso. Así que volvimos a tomar el metro para ir de nuevo a la empresa de transportes, sacamos dinero en el cajero y pudimos hacer el pago sin ningún problema. Nos entregaron unos documentos que deberíamos librar en aduanas y nos volvimos hacia el Hostel.
Andábamos algo cansados, llevábamos toda la mañana trotando bajo un calor aplastante y queríamos llegar al Hostel, comer y descansar! Y eso es lo que hicimos!
Ya por la tarde entablamos conversación con un par de huéspedes, uno era un chico de Scotland, su nombre Jhonny, de barba pelirroja prominente y ojos azul claros, hablaba inglés muy cerrado y estudiaba castellano, aunque lo hablaba poco. La otra era una chica Holandesa, de nombre Sanne, chica delgada, rubia y de ojos azules, que viajaba sola por Sudamérica, con un castellano más que aceptable. Era su cumpleaños y nos dijo de salir a tomar algo para celebrarlo ya que llevaba todo el día en el Hostel. Aceptamos la invitación y nos fuimos los cuatro.
Nos acercamos en metro al edificio de "La moneda", paseamos por las calles céntricas de la ciudad hasta llegar a "Plaza de Armas" donde volvimos a tomar el metro para ir al barrio "Little Italy", un barrio cercano al Hostel, con una gran oferta de bares. Nos sentamos en la terraza de uno de ellos y pedimos bebidas con las que brindamos por el cumpleaños de Sanne.
La moneda |
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En little Italy |
Pablo nos trajo de vuelta al Hostel y quedamos en vernos de nuevo a nuestra vuelta de Isla de Pascua ya que le gustaría llevarnos a unas viñas (bodegas) para que degustasemos uno de los vinos de la región de los que se le veía muy orgulloso.
Al entrar al Hostel encontramos a un grupo de 4 jugando a las cartas, uno abandonó y yo tomé su lugar. Romà se fué a la cama y yo que no aguanté mucho, media hora después decidí acostarme.
jajaja veo que gestionáis super bien, ese es un gran equipo
ResponderEliminarUn desastre, pero no por culpa nuestra! jejeje
EliminarNo paráis eh! jajaja q envidia!!!
ResponderEliminarY lo que nos queda! ; )
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