20/11/2016 CURICÓ
VISITA AL CERRO DE CURICÓ

El dormir poco hace mella en nosotros. Nos levantamos tarde, son las 10:30. Es como  si hubiésemos dormido en el "Ritz". Desayunamos con Víctor y esperamos a que venga Ignacia ya que ayer hablamos de ir al parque nacional Radal siete tazas y ella comentó que también vendría.
Para desplazarnos allí Víctor intenta alquilar un coche a un conocido, el cual le asegura que se lo consigue "al tiro" (rápidamente). Las horas pasan y no hay notícias del susodicho. Ya se nos hace la hora de comer y Víctor decide llamarlo para ver que ocurre. Sorprendentemente el tipo ha bloqueado sus llamadas!
Nuestro gozo en un pozo! Tenemos que olvidarnos de ir al parque de las tazas y como el hambre aprieta, Víctor e Ignacia nos llevan a un restaurante de Curicó, "Guerra Express". Los propietarios son dueños también de una de las carnicerías más importantes de la zona. Allí pedimos una "chorillana" y dos bocadillos enormes que los llaman "churrascos".

  No podemos acabar con todo, aunque lo que sobra nos lo ponen para llevar.
Como tenemos la tarde por delante decidimos ir a visitar el cerro del pueblo. Aunque con poco atractivo (al menos a mi parecer) la subida nos sirve para sentarnos a descansar en un banco y ponernos a charlar para echarnos unas risas.

 En la bajada a la ciudad me sorprende ver como ciclistas de cross suben agarrados a coches para luego hacer las bajadas por las pistas equipados con poca ropa. Pa matarse!
Volvemos a casa de Victor, pero antes compramos unas longanizas de Chillán, la nueva pasión de Romà.
Ignacia se marcha antes de la hora de cenar y le agradecemos mucho la ruta que nos organizó la noche anterior para llegar a Ushuaia. Ella nos deja su teléfono por si necesitásemos algo durante el trayecto.
Cenamos y nos ponemos con nuestras labores.

A dormir, mañana seguimos ruta. Destino: Concepción