jueves, 17 de noviembre de 2016

14/11/2016 ISLA DE PASCUA - EL JUICIO FINAL

Nos levantamos a eso de las 09h. Hoy es el gran día en que Romà será enjuiciado. Desayunamos y no mucho más tarde nos vamos hacia el juzgado. Nos atiende un agente de seguridad que comenta que debemos esperar hasta las 11h que es cuando tiene señalado el juicio. Pasan 10 minutos de la hora indicada y miro el orden del día que está pegado en la pared. El nombre de Romà no aparece en ningún sitio. Le pregunto al vigilante y después de insistirle parece que una luz se ilumina dentro de su cabeza "¿pero que es por un tema de tráfico?", le contestamos que sí y nos deriva a otro juzgado que está un poco más arriba. Rápidamente vamos para allí, tomamos el coche y nos plantamos en 2 minutos. Están esperando a Romà y pedimos permiso para entrar los dos juntos. No hay problema. Delante de su señoría Romà pide disculpas por el retraso. El juez le pide que explique que sucedió el día de los hechos y le insta a que diga la verdad. Romà explica nuestra versión e incluso le muestra un croquis que habríamos preparado a la mañana. El juez ya había hablado conla otra parte que estaba en la sala, el hombre con el que nos accidentamos y su mujer, ya tenía otro croquis a su disposición. Al acabar nuestra declaración la otra parte explicó la suya. Cada uno tenía su parte de razón y no había acuerdo. El juez nos explica que había citado a las partes para ver si se podían poner de acuerdo, pero eso no parecía que fueses a suceder y por lo tanto se les tendría que coger declaración y programar un juicio para dentro de unos 30 o 40 días en el que deberían asistir con abogado. Lo que el hombre pedía era que le pagásemos toda la reparación de su coche. Tenía que substituir el parachoques delantero que costaba sobre 170.000 pesos chilenos, el envío desde el continente, la mano de obra y la pintura, un montante total de unos 300.000 pesos. Nosotros no estábamos dispuestos a pagar tal cantidad y solicito en ese momento si podemos hablar Romà y yo a solas. El juez hace salir a la otra parte. Aprovechamos eses momento para hablar con él. Le comentamos que como turistas no conocemos las leyes de Chile y que nosotros lo que queremos es lo que sea menos problemático para nosotros y sea de menos coste. Sabemos que tenemos la razón, pero a veces el dinero también compra la tranquilidad por mucha rabia que nos de pagar injustamente. El juez nos explica que todo lo regirá si pusimos intermitente o no y que eso solo lo sabrán con la aportación de testigos. Nosotros no podemos contar con ninguno, pero la otra parte que es residente en Isla de Pascua puede que tenga muchos amigos dispuestos a testificar a su favor. No nos queda muy claro que puede suceder si Romà no se presenta a juicio aunque parece poco probable que pudiese tener algún problema. Con toda esta información hablamos entre nosotros y acordamos hacerle una oferta de 100.000 pesos y llegar como máximo a 150.000. Se lo comentamos al juez y hace entrar a la otra parte.
Entablamos una negociación. No acepta los 100.000 pesos y le decimos que nuestro tope está en 150.000 pesos. Se lo piensa mucho, pero después de deliberar con su mujer y de que el juez le diga que es una buena oferta por nuestra parte decide aceptarla. El juez escribe un auto donde refleja la resolución final y Romà le paga el importe acordado.
Salimos del juzgado no sin un mal sabor de boca que intentamos quitarnos con una rica comida y unjugo de "frutilla" (fresas). Al acabar decidimos ir a la playa de "Anakena" aunque el día está algo inestable. Al llegar allí hay mucho viento y está muy nublado por lo que decidimos volver al Hostel.
Al llegar esperamos a tener nueva notícias del pescador de atunes, ya que sobre las 17h debería pasar a buscarnos. Romà recibe un mensaje donde le dice que el viento ha subido y que en cuanto haga buena mar nos avisará.
Hacemos tiempo, la Srta. Pimentel llega al Hostel y como no recibimos noticias y vemos que el día no va a mejorar decidimos irnos a tomar un par de bebidas antes de la cena.
Hoy no hará falta que cocinemos, la Srta. Pimentel y su madre pondrán picoteo para cenar, trajeron "harta" (mucha) comida a la isla porque les avisaron que aquí todo era muy caro. Invitó a Nicole, el primo y el amigo para picotear ya que iba a ser su última cena en la isla y así se despedía de ellos.
No se alargó mucho el encuentro, fue pasada una hora de la medianoche que nos retiramos a dormir.

1 comentario:

  1. Me alegro q finalmente todo se haya resuelto, aunq no de la manera q esperábais (vosotros y cualquier persona cuerda, vaya jeje)

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