18/11/2016 SANTIAGO DE CHILE
HOLA VICTOR
Una vez despiertos volvemos a llamar a la compañía de seguros y vaya por dónde que el viernes no tienen atención telefónica. Finalmente después de probar con varios teléfonos conseguimos hablar con ellos y no nos dan ninguna solución al respecto. Queremos hacer el seguro, y solo nos queda una opción, conseguir que algún Chileno nos deje los datos de su tarjeta y así poder hacer el trámite por internet. Romà y yo lo hablamos y decidimos pedirle el favor a Iván, el dueño del Hostel. Accede sin poner ningún tipo de problema. En apenas dos minutos lo tenemos solucionado. Le agradecemos enormemente el detalle y le pagamos en efectivo el importe del seguro (22 dólares por poco más de un mes). Por mi parte contacto mediante "Paypal" con "HDI" para comentarles que el pago sigue ahí pendiente de que lo reciban y que no lo puedo anular, que deberían ser ellos quienes lo rechazaran o si finalmente lo reciben me tendrían que hacer un recargo. Ya veremos que ocurre finalmente.
Nos queda pendiente solucionar la instalación del usb de la moto. Esta es la clara demostración de que "preguntando se va a Roma". Después de ir a 4 sitios diferentes e ir preguntando en cada uno de ellos, nos sentimos como participantes de una gimcana. Finalmente topamos con un taller que nos dicen que en una hora nos lo pueden tener instalado. Llegamos al "taller" indicado. Se encuentra en una casita la cual no tiene ningún tipo de indicación que haga presagiar que aquello es un taller mecánico. Un joven nos abre la puerta. En el jardín de acceso hay 5 motos "BMW" medio desmontadas, de las cuales el joven está trabajando en dos de ellas. Nos dice que sin problema en poco más de una hora la tendrá lista.
Aprovechamos ese rato para ir a comer a un "mall" (centro comercial) cercano.
En menos de 2 horas estamos de vuelta y tal como nos dijo, la moto está lista. Una hora de mano de obra y algo, aunque mínimo, de material nos costará 30.000 pesos (40€ aproximadamente).
Nos subimos a la moto y volvemos al Hostel. Se nos ha hecho algo tarde y hoy nos hemos de encontrar con Víctor a las 21h en el teatro "Cariola" de Santiago ya que iremos al concierto de "La pegatina". Sí, veremos un grupo de música catalán en un teatro de Chile. Paradójico, verdad?.
Para presentar a Víctor diré que es un amigo de Romà el cual conoció hace 3 años en uno de sus viajes, concretamente en "Los Ángeles". Es de Valencia, trabaja de somelier en una bodega de Chile y cuando empecemos el trayecto hacia el sur nos dará alojamiento en su casa.
Al concierto también se apuntará la Srta. Pimentel y una amiga que la acompañará, Valentina.
Nos encontramos con ellas para cenar algo rápido y pasados 10 minutos de las 21h llegamos al teatro. Víctor está allí esperándonos.
Con apenas unos segundos de verlo ya se le nota que es un buen tipo, con cara de bonachón y un acento "andaluchileno" nos comenta que "La Pegatina" no tocará hasta las 23h, así que podríamos hacer tiempo tomando algo en el bar de al lado.
Entramos en un local que está a rebosar de gente, un estruendoso alboroto desordenado se escucha de fondo. Tiene una tarima teatral y dibujos desconchados en las paredes. Nos comentan que debemos tomar algo típico del país, el "terremoto". Se trata de un vino tinto de mala calidad, con un poco de granadina y una bola de helado de piña. Todo ello se debe mezclar (a gusto) para luego bebérselo. Lo cierto es que ni a Romà ni a mi nos gusta, pero por no hacer un feo hacemos el esfuerzo y nos lo vamos tomando. Nos explican que se llama terremoto porque eso es lo que luego siente tu cabeza. Quizá debes tomarlo rápido porque yo no no té tal efecto.
Entramos en el teatro "Cariola" y ya está tocando el grupo telonero. Se trata de un grupo autóctono que se llama "Villa Cariño". Debo reconocer que me gusta lo que oigo.
Después de unas canciones "La pegatina" entra en acción.
Bailamos, saltamos, bebemos, reímos... toda una descarga de adrenalina!
Al salir Romà decide hacer su concierto particular, por si la gente no lo sabe es el mejor imitador de "King África" que he oido nunca. De repente se escucha un alarido que parece venir de la nada... "BOOOOOOOOOOOOOMBAAAAAAA"! Se que es él sin tener un ápice de duda, así que decido no dejarlo solo y le animo a seguir haciéndole los coros. Se crece, se gusta y lo da todo... en medio de la calle. Desde la otra acera (que está a unos 10 metros) un grupo de 10 chicas se ponen a cantar y a bailar la coreografía del baile! Una se acerca cual fan rendida a sus pies y le dice "eres King África, el verdadero!". Para despedirnos le dedicamos un par de estrofas de "El Camaleón", hay que dejar el pabellón bien alto!
Como no es muy tarde, decidimos tomar una última copa en un karaoke. No salimos a cantar, pero el cometido se consigue, que es terminar una gran noche con ese último brindis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario