La idea era buena, levantarnos para ver la salida del sol, pero la forma no tanto, tendría que ser a las 05:15h y yo luego tenía dos inmersiones para hacer. La noche fue de locos, había una fiesta en la casa que daba de frente a nuestra habitación y no paró hasta las 06h. A penas pudimos dormir. Por suerte al sonar el despertador Romà se levantó antes que yo y me informó que estaba lloviendo. Yo que tan solo me había cambiado el pantalón tardé una micromilésima de segundo en volverme a la cama.
De nuevo sonó el despertador a las 08:15h y me puse en pié dispuesto a desayunar e irme al centro de buceo. Y así lo hice.
Ya con todo preparado tomamos el barco y nos fuimos a los "motu", nombre que reciben los islotes que hay alrededor de la isla. Los más famosos están en el sud-oeste que es donde se llevaba a cabo el ritual del "hombre pájaro".
Y ahí fue donde hicimos la inmersión, exactamente en el segundo islote. 45 minutos y una profundidad máxima de 28 metros. Buceamos por toda la pared lateral y lo que ofrecía era una visibilidad increíble con una caída hasta el fondo de 80 metros sin apenas perder nada de nitidez. Pasé mucho frío y el viaje de 15 minutos que llevaba ir de los islotes al centro de buceo los pasé tiritando. Al llegar una ducha de agua caliente y pocas ganas de volver al mar, pero no podía quedarme sin bajar a ver el moai sumergido.
Coincidí con una pareja de "Talca" a unos 300km al sur de Santiago. Una vez les expliqué sobre nuestro viaje, Darox, que así se llama el chico, me ofreció ayudarnos si pasábamos por su casa o por lo menos un café. Yo aproveché esa buena sintonía para pedirle si me podía pasar las fotos de las inmersiones ya que íbamos a hacer las mismas y él, muy amablemente me dijo que por supuesto.
Así salimos hacia la segunda inmersión. Frente a la costa a apenas 600 metros en linea recta se encontraba el punto de anclaje. Volvimos al agua y en apenas 5 minutos y a unos 23 metros de profundidad estaba el "moai sumergido". Era una imagen que había deseado vivir desde que mi amigo JR me dio una revista en donde la pude ver y ahí me encontraba yo!
Al salir a la superficie casi vomito, estaba realmente mareado, las corrientes marinas no dejaban de tirarte para arriba y para abajo, de izquierda a derecha y por ello no dejabas de hacer descompresiones. Por suerte no llegué a lo que menos deseaba que ocurriese.
Ya en tierra me despedí de Darox y esperé después de una ducha reconfortante la llegada de Romà.
Mi cabeza seguía flotando y apenas tenía hambre, pero al llegar al restaurante y dar los primeros bocados el apetito se me abre.
Disponemos la tarde para visitar algunos moais y la cima del volcán "Rano Raraku". La imagen desde los pies del volcán es preciosa, mientras nos acercamos se pueden ver distribuidos por sus lomas decenas de moais.
Muy cerca de ahí se encuentra quizá la que sea la imagen más reconocible de Isla de Pascua, se trata de los quince moais "Ahu Tongariki". Nos viene de paso y nos paramos a visitarlo.
Allí estamos a la hora indicada, nos acompaña la Srta. Pimentel (Francisca realmente, aunque a nosotros nos gusta más llamarla así) y su madre, Pamela (son la pareja con la que fuimos en el trayecto del aeropuerto al Hostel), una amiga de ella (Nicole) y su primo.
El espectáculo es divertido y dinámico. Bailes regionales acompañado de sus cantos típicos. En un momento del espectáculo los bailarines sacan gente a bailar y aunque Romà no es un invitado, sus ansias le llevan a dar un brinco y salir al ruedo. Allí baila, bueno baila, se mueve como puede. El se cree Fred Astaire, pero desde fuera parece el baile de apareamiento de un pájaro exótico. Cuando se ve en vídeo se da cuenta de la realidad, ha creado una nueva forma de baile.
El espectáculo dura una hora aproximadamente. Al salir de allí nos vamos todos a un bar que está delante del mar, el "Hari Hari". Poco más tarde se apunta un amigo de Nicole que lleva viviendo en la isla unos 8 meses. Tomamos un par de bebidas, charlamos y reímos, pasamos un buen rato.
Sin hacerse muy tarde nos volvemos al Hostel, ha sido un día intenso, necesitamos recargar pilas.
No sé qué comentar antes la foto dl moai sumergido (impresionante) o el baile de pájaro exótico d Romà jajaja saludos desde Spain 😉
ResponderEliminarJajaja! Este viaje da para mucho!!
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