17/03/2017 CARTAGENA DE INDIAS
PASEANDO POR EL CASCO ANTIGUO
Imagino que el ruido de los ventiladores de una manera inconsciente ha influido en que no haya podido descansar bien durante la noche. Antes de las 07h ya estaba despierto pero por suerte y pese al calor que hace he podido dormir una hora más. Al levantarnos tomamos el "hotelyuno" que poco difiere de un "hostelyuno". Al terminar cogemos todos los papeles de la moto y nos acercamos a la naviera con la que Romà va a contratar el envío de la moto a España.
Imagino que el ruido de los ventiladores de una manera inconsciente ha influido en que no haya podido descansar bien durante la noche. Antes de las 07h ya estaba despierto pero por suerte y pese al calor que hace he podido dormir una hora más. Al levantarnos tomamos el "hotelyuno" que poco difiere de un "hostelyuno". Al terminar cogemos todos los papeles de la moto y nos acercamos a la naviera con la que Romà va a contratar el envío de la moto a España.
La empresa se encuentra cerca del Hotel, apenas a 15 minutos caminando. Nos cuesta un poco encontrarla porque en la puerta no indica el nombre de la naviera, pero finalmente damos con ella. Allí nos atiende un chico y nos informa de como debemos rellenar la carta jurada que nos dieron en narcóticos, documento que complementaremos cuando hagamos el pago del envío ya que en ese momento nos facilitarán un albarán donde salen todos los datos solicitados. De la misma forma nos informa que no compremos ningún pasaje para nosotros porque pese a que la salida da la nave está prevista para el día 24 finalmente puede variar.
Al salir y con muchas dudas sin resolver, volvemos al Hotel a dejar toda la documentación porque vamos a ir al centro a pasear y de paso a contratar un seguro obligatorio para que Romà pueda acceder al puerto con la moto en previsión de que pudiese sufrir algún accidente en el recinto.
Para ir al centro tomamos un colectivo que pasa muy cerca del Hotel que indica como destino "Socorro". El pasaje cuesta 2.100 pesos por persona. Hay bastante tráfico ya que resulta que hoy es la fiesta de la elección de la reina de belleza de Colombia que se celebra en el centro de la ciudad. En unos 20 minutos el conductor nos indica que hemos llegado a nuestro destino. Caminamos apenas 10 minutos y llegamos a la central de "Seguros de Estado", justo al lado de la plaza del reloj. En la octava planta y después de que varios trabajadores nos derivasen a una nueva ventanilla topamos con Mario quien nos atiende y configura el seguro para Romà. Son 22€ por 5 días asegurado.
Una vez liberados de todas las gestiones que teníamos planificadas para el día de hoy comenzamos nuestro paseo por el centro de la ciudad. Cartagena es una ciudad colonial donde su puerto fue uno de los más importantes de la época y donde hubo una gran comercialización de esclavos negros. Así mismo muchos piratas Europeos la encontraron un lugar adecuado para saquear, cosa que la hizo convertirse en la ciudad más reforzada de América del Sur en la época colonial, conservando en la actualidad vestigios de la muralla casi intactos.
El paseo se hace delicioso entre calles atestadas de edificios coloniales vestidos con sus típicos balcones y un mantenimiento excelente. El centro no es muy grande y no tardas mucho en recorrerlo: varias iglesias entre ellas la catedral, su plaza central donde estaba la aduana y la plaza del reloj donde se llevaban a cabo la subasta de esclavos negros traídos de África son sus principales atractivos como también su malecón, con la construcción de un rompeolas, unas playas y un paseo ya que originariamente el agua chocaba contra la muralla.
Después de dar un paseo y comernos varios helados (un poco más caros de lo habitual por estar en el centro) entramos en un restaurante que está justo frente la plaza del reloj. Me he sentido atraído por sus precios y por ver que su clientela es oriunda. Tomamos dos empanadas de pollo deshuesado cada uno que están deliciosas, Romà bebe una botella de agua y yo me decanto, pese al consejo de que no lo haga de Romà, por "Pony", una bebida de malta de color negro muy típica de Colombia y parte de Suramérica. Os puedo asegurar que no os perdéis nada si no la bebéis en vuestra vida, sabe a los cereales que te tomas para desayunar pero en formato bebible, para mí francamente repugnante aunque haciendo un gran esfuerzo he logrado acabarme el contenido de la botella.
Ya por la tarde nos acercamos al malecón, por ahí pasará el desfile de la reina de Colombia y nosotros no queremos perdernos la oportunidad de ver el espectáculo. Por la calle nos asaltan hombres que ofrecen entradas en el palco, de 80.000 pesos nos las rebajan a 30.000, pero como dudamos de que sean verdaderas decidimos quedarnos en la cresta de la muralla desde donde no hay gran diferencia en las vistas que tiene la gente que está en el palco. Un grupo de animadores intentan mantener a la gente entretenida con canciones y bailes cuando a poco más de las 16h empiezan a llegar las carrozas precedidas por comparsas que tocan tambores y platillos a ritmo de samba. Las "reinas" se esmeran a llamar la atención de los asistentes moviendo sus esbeltos cuerpos con sensualidad, danzando sobre sus carrozas. Me recuerda al desfile del carnaval de Río de Janeiro (pese a no haber estado nunca), que aunque con mucha menos afluencia tiene bastante similitud. En poco más de una hora se termina el desfile y nosotros también desfilamos destino al Hotel.
Esperamos un rato a ver si pasa el autobús que habíamos tomado de ida, pero como tarda mucho y nadie nos sabe explicar exactamente dónde podemos tomarlo decidimos preguntar a un taxi por cuánto nos va a cobrar por llevarnos al Hotel. El primer taxista al que preguntamos nos dice que por 10.000 pesos hace la carrera. Nos parece un precio justo. Durante el recorrido hablamos con el joven conductor de fútbol, se ve un buen chico. El tráfico está muy denso a causa de la fiesta de la reina de Colombia y tardamos más de lo esperado en llegar.
Ya de vuelta, es hora de limpiar ropa y darnos una ducha. Yo me pongo a escribir un rato y a Romà le da tiempo de ver un capítulo de "JDT/GOT".
A la hora de cenar preparo la comida que nos sobró ayer de la cena y como es insuficiente para saciar nuestra hambre decidimos acercarnos al restaurante donde comimos el primer día en Cartagena ya que el propietario nos comentó que por la noche hacían comida rápida. Junto a una cerveza me como un perrito caliente y Romà un par de trozos de pizza, el precio roza los 20.000 pesos.
La temperatura de la noche acompaña para salir a tomar algo y justo delante del restaurante se encuentra un bar con terraza donde hay algo de ambiente nocturno.
Yo me tomo un par de cervezas que cuestan menos de 1€ cada una y Romà bebe un par de botellas de un preparado de limón y vodka con un bajo índice alcohólico que cuestan poco más de 1€ y una cerveza.
Yo me tomo un par de cervezas que cuestan menos de 1€ cada una y Romà bebe un par de botellas de un preparado de limón y vodka con un bajo índice alcohólico que cuestan poco más de 1€ y una cerveza.
No pasan mucho de las 23h que volvemos al Hotel, para antes de irnos a dormir terminar de escribir mi entrada del blog y Romà ver el penúltimo capítulo que le queda de "JDT/GOT".
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