23/01/2016 ASUNCIÓN - FILADELFIA (452 km.)
CARRETERA TRANSCHACO
"Rutina Matutina". Justo cuando vamos a abandonar el Hostel un señor bien vestido y con una educación exquisita me pregunta sobre nuestro viaje. Justo antes de marcharse me da una tarjeta y me insta a que le escriba un email por si necesitamos algo durante el viaje ya que él tiene muchos contactos distribuidos por los países que nos quedan poro visitar. Al mirar la tarjeta veo que es el presidente de una empresa consultora de Paraguay. Curioso el ofrecimiento, pero se le veía totalmente entregado a la causa.
Durante el recorrido paramos en varias ocasiones, una de ellas es en el pueblo Pozo Colorado donde ponemos gasolina y aprovechamos para comer en un bar de carretera ya que no hay ningún otro sitio donde poder ir. Preguntamos en dos alojamientos para quedarnos allí a descansar y no nos convence ninguno, sobre todo uno en el que nos dicen que no la quedan habitaciones matrimoniales pero sí dobles que son más caras. Le preguntamos la diferencia y nos dice que las matrimoniales son para parejas. En fin, que nos quería vender la más cara sí o sí, 200.000 guaraníes, pero no os imaginéis que aquello era un gran complejo, se trataba de una pequeña construcción en medio de la nada con apenas dos módulos donde se veía claramente que no había nadie alojado y donde vivía la misma propietaria con su familia.
Aunque nos ha pilado algo de lluvia durante el recorrido decidimos seguir unos cuantos kilómetros más en ruta. En ese lugar no hay nada que hacer y nos vemos con fuerza para seguir.
Al poco de rato de emprender el camino empezamos a ver como el asfalto está resquebrajado, hay grandes baches y la conducción se hace complicada. De repente observamos una cortina de lluvia y un fuerte viento pega contra nosotros. Nos agarramos "los machos" y entramos en la tormenta. Es muy intensa pero con el equipo de lluvia salimos indemnes. Las tormentas se hacen intermitentes y la carretera cada vez se vuelve más peligrosa, los baches son más y más grandes y tenemos que zigzaguear con la moto y adecuar la velocidad a las características de la vía y al tiempo que está haciendo.
En un momento dado un policía aparece en medio de la carretera y nos da el alto. El corazón de nuevo se nos acelera ya que esperamos lo peor. Pero no, simplemente nos pregunta "¿ustedes vienen del Dakar?", seguramente una moto como la que llevamos le ha llamado la atención.
Nos desviamos 12km de la carretera principal y por fin llegamos a Filadelfia, un pueblo de caminos de tierra y sin nada relevante que nombrar excepto que una gran parte de su población es alemana, exactamente "menonitas", una religión muy hermética donde sus costumbres de vivir son iguales a las de hace 100 años atrás.
Aunque damos alguna vuelta preguntando en posadas y hoteles finalmente nos decantamos por el "Hotel Golondrina", donde la noche con desayuno cuesta 186.000 guaraníes aunque inicialmente nos había dicho que 220.000 era el precio. En general encontramos todos los alojamientos caros y este es el que mejores sensaciones nos ha dado.
Al entrar en la habitación aquello parece una sauna y lo único que hay para mirar de combatir la alta temperatura es un ventilador que cuelga del techo y que emite un sonido bastante molesto.
Nos damos una ducha y aprovechamos el poco tiempo libre que nos va a quedar hoy dedicándolo al blog y a la edición de vídeos.
Son casi las 22h y decidimos salir a buscar un lugar para cenar. Como no encontramos nada preguntamos al conductor de un coche que se ha parado a nuestro lado. Se baja un hombre rubio y bajito y al preguntarle empieza a hacer movimientos con una mano poniendo mala cara, como queriendo decir "tirar para adelante y no me habléis", incluso yo le digo "bueno, no se enfade tampoco, solo queremos saber un sitio para poder ir a cenar". Realmente o el hombre no nos entendió nada o le dimos miedo o las dos cosas.
Poco más adelante encontramos un chico al que tras preguntarle por lo mismo nos dice que le acompañemos ya que él va a un bar donde hacen sandwiches y algo de comida rápida y que es muy barato.
Cenamos en compañía de la gente del pueblo que están viendo un partido de su equipo en la Copa América (el equivalente a la Champions), aunque nadie habla ni expresa ningún tipo de emoción, cosa que me sorprende. Tomamos un bocadillo de lomo, una hamburguesa, unas papas fritas y dos cervezas, todo por 30 paraguayos (5€). Estamos contentos con nuestra inversión y con poder por fin hacer honor a nuestro "Modo Ahorro".
Volvemos al Hotel e intentamos dormir pese a parecer que estamos en la boca del mismísimo infierno.
Mapa de ruta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario