13/01/2017 RIO DE JANEIRO - ILHA GRANDE (Transfer Bus + Barco)
BIENVENIDO AL PARAISO
Después de desayunar termino de recoger todo lo que me queda en la habitación ya que entre las 10:30 y las 11:30 viene a buscarme un "transfer" que me llevará a "Ilha Grande". He pagado por el servicio 100 reales para que una furgoneta me recoja en el Hostel y me lleve a "Angra dos Reis" donde habrá esperando un barco que hace la ruta hasta "Abrao" la capital de la isla. Miré los precios para hacerlo por libre, pero tenía que tomar un autobús por 4 reales que me llevase a la Central Rodoviaria de Río, 58 reales por el autocar con destino "Angra" y 14 reales más por el barco a "Ilha Grande". Así que preferí pagar a cambio de tranquilidad y por unos 8€ más no debería preocuparme de nada.
Romà y Sandra se acercan al Hostel ya que también están interesados en contratar el transfer. El problema surge cuando los empleados del Hostel no pueden contactar con la empresa. Quedamos en que cuando vengan a buscarme intentaré contratarles el transfer para las 14h. Quedamos en que les diré si lo he podido reservar o no. Se van a ver la favela de "Vidigal" pese a tener un tiempo que no acompaña, está lloviendo a ratos y no pinta que vaya a mejorar, pero si estás en Río debes aprovechar de una forma u otra.
A las 11:30 pasa el "transfer" a buscarme. Se trata de una furgoneta grande con asientos de piel. En ese mismo momento me entero que en vez de ir hasta Angra irá a Conçeiçao. Mi intención era parar en Angra y comprar en la central de rodoviária mi pasaje de autobús para ir el 18 hasta Sao Paolo, pero ahora ya no voy a poder hacerlo. Pocas opciones me quedan para comprar ese pasaje porque pese a intentarlo por internet no lo pude conseguir ya que para confirmar la compra te mandan un mensaje al teléfono y al no tener activado el "roaming" no recibo nada. Así que, como última opción le pediré a Romà que me lo compre él ya que ese mismo día tiene intención de ir con su novia a la Isla.
Ya han llegado los del transfer y le consulto a la chica que ha venido a buscarme si hay plazas para esa tarde a lo que me dice que no. Rápidamente le escribo a Romà para explicarle la situación.
Iniciamos el viaje pasando a buscar a otros pasajeros por sus alojamientos y rápidamente tomamos una carretera muy colapsada para salir de la ciudad. Durante el trayecto hacemos varias paradas, la más relevante la que servirá para tomar algo de comida rápida brasileña, un par de "salgados" (hojaldres rellenos de carne, fiambre o queso) a un precio muy económico, 5 reales cada uno. Seguimos ruta y sobre las 15h llegamos a "Conceição". Allí está el barco que nos llevará a nuestro destino final. Desde la orilla se puede ver perfectamente la isla al otro lado, toda cubierta por un denso manto de vegetación y con el aire a modo de llamada que te atrae hacia su costa.
El trayecto discurre tranquilo y en aproximadamente hora y media llegamos al puerto de "Abrao".
Hay muchos barquitos amarrados en su puerto y unas altas palmeras rodeada por una basta vegetación tropical que te reciben con sus ramas a modo de brazos abiertos.
Hay bastante gente caminando por la calle. Paso por una oficina de información que está en el mismo amarre del puerto y les pregunto para ir al "Holandés Hostel", un alojamiento que había contratado con anterioridad por internet por 27€ la noche con desayuno. Las indicaciones son sencillas. Después de 15 minutos y sin muchas complicaciones llego al lugar. El acceso es precioso, un camino de piedras discurre por medio de la vegetación e incluso debes sortear un pequeño riachuelo pasando por encima de un puente.
Contacto con recepción y le explico a la chica que me atiende el problema que tengo para poder adquirir mi pasaje a Sao Paolo. Ella se ofrece a que si no lo puedo solucionar de otra manera me podría hacer la compra con su "cartón" (tarjeta de crédito). Le comento que antes hablaré con mi amigo, pero que si no me puede solucionar el problema aceptaré su ofrecimiento muy gustosamente.
Conozco a la propietaria del Hostel, una señora de unos 50 años con la que hablo largo y tendido y con la que me comprometo a prepararle una tortilla de patatas antes de marcharme.
Aprovecho que he conseguido wifi para intentar hablar con Romà. Veo que me ha escrito y me comenta que irán por libre esa misma tarde a la isla. Yo le escribo para ver si me podrán comprar el billete de autobús. Solo me queda esperar y cruzar los dedos a que lo lea antes de embarcar.
Dejo todo en la habitación y después de darme una ducha me acerco al centro del pueblo ya que estoy muy interesado en recopilar información para hacer buceo. Me dijeron que la isla es un sitio espectacular para hacer alguna inmersión y no quiero dejar pasar la oportunidad. Pregunto en tres empresas y te ofrecen lo mismo, un pack de 2 inmersiones con algo de picoteo en la barca por un precio de 270 reales, solo una de ellas te ofrece lo mismo por 300 reales, según ellos porque su barco es mucho mejor que el del resto. El precio cambia si pagas en efectivo o en tarjeta, si es en efectivo te rebajan 20 reales y una de esas empresas también ofrece paseos en barco por la isla, si lo contratas con ellos te rebajan 20 reales en el buceo. Esa será mi primera opción.
Cabe comentar que en la isla apenas hay coches y que para ir a las playas hay que hacerlo o caminando (algunas requerirían días de caminata) o en barco. Lo más recomendable es contratar un paseo en bote por la isla para conocer sus principales playas, puedes hacer una media vuelta (120 reales) o una vuelta completa (170 reales), también hay una excursión a islotes vírgenes de la zona (150 reales). Estas excursiones duran desde las 10h hasta las 17h aproximadamente, algunas un poco más algunas un poco menos. Las lanchas hacen paradas en las playas para que la gente haga "snorkel" o puedas tumbarte un rato a tomar el sol. También hay excursiones un poco más económicas (60 reales), ya que es un barco de grandes dimensiones donde va mucha gente y la velocidad de crucero es muy lenta por lo que el rato que te queda para disfrutar de sus playas es algo menor.
Con la información recogida y sin haber dejado pasar por alto una bonita puesta de sol me vuelvo al Hostel después de haber pasado por un súper para comprar algo de comida.
No tengo claro que pueda hacer el buceo ya que esa noche me he resfriado por culpa del aire acondicionado de la habitación y no se como voy a evolucionar en los próximos días.
En el Hostel coincido con unos Argentinos que a priori me caen simpáticos pero al pasar las horas y debido a su griterío se me hacen algo pesados.
Me preparo un poco de pasta con atún para cenar. Con la panza llena me acuesto en la cama, necesito dormir, mi cuerpo me lo pide a gritos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario