PASEO EN BARCA (Empresa "Dive & Cia)
Ya desayunado y con todo preparado para la excursión a la media isla me acerco a la empresa ya que es el punto de encuentro. Antes compro algo de fruta y unas cervezas ya que en la lancha hay a nuestra disposición una nevera con hielo para poder llevar nuestras bebidas y tentempiés para pasar el día. Son las 10h y se retrasa una media hora la salida.
Somos unas 12 personas, entre ellos un par de familias, una pareja y un grupo de amigos, entre los que hay Brasileños, Argentinos y yo el único Español.
Hace un día espectacular y hay que tener cuidado con el sol, no puedo descuidarme de ponerme crema a cada rato. El paseo en lancha se hace agradable y la primera parada es en la "lagoa verde", un paraje paradisíaco que parece una piscina de agua verde transparente. La parte negativa es que es temporada alta y aquello está lleno de gente. Tomo las gafas y el tubo y me alejo del bullicio con un nado relajado.
Veo pececillos de colores nadando alrededor de los corales en busca de alimento y algún recoveco donde resguardarse. Lo paso genial hasta que intento zambullirme al fondo, los oídos parecen reventarme y siento mucha presión en la cabeza, intento compensar y siento un leve mareo que se hace mucho más intenso cuando subo a la superficie. Esa señal me muestra que posiblemente no podré bucear, pero no quiero resignarme a ello y lo iré probando durante el día en más ocasiones a ver como evoluciona. Parece que el resfriado ha conseguido su objetivo.
Pasada una hora de esa parada retomamos el viaje en barca y nos acercamos a la "lagoa Azul", una imagen muy similar a la anterior que me decepciona un poco ya que esperaba encontrarme una tonalidad de colores totalmente diferente. Aquí veo algún que otro cangrejo caminando por el fondo del mar a la vez que come trozos de algas que están pegadas a las rocas. También encuentro estrellas de mar y alguna flor marina.
Una hora más tarde seguimos con el recorrido marcado y nos dirigimos a "Saco do Céu", una especie de "golfo" donde paramos a comer en un restaurante. Tomo un plato de patatas fritas que acompaño con una cerveza. Tenía antojo desde que ayer por la noche vi pasar un suculento plato por delante mío cuando íbamos a cenar. Me cuesta 30 pesos, precio turista. De vuelta una pequeña barca nos acerca a la lancha que ha quedado aislada al subir el nivel del mar. De ahí nos dirigimos a "praia do Amor", una pequeña playa con mucho encanto donde me doy un último chapuzón haciendo "snorkel".
Durante el buceo observo un coral formado por cientos de florecitas azules, es precioso!
Solo nos queda una última parada, será en "praia do Feticeira" la playa que ya visité mi primer día en la isla. Me quedo en el barco aunque desde ahí hago varios saltos al mar. Me relajo en la cubierta de la lancha sin tanta gente a mi alrededor ya que muchos se han quedado en la arena de la playa.
A las 17h estamos de vuelta en Abrao. Me acerco a la agencia donde me borro del buceo, lastimosamente sé que no voy a poder hacerlo por el colapso de mocos que tengo en los senos.
Una vez llego al Hostel me ducho y preparo la tortilla de patatas que le prometí a la propietaria. También hago una para cenar con Romà y su chica ya que así es como habíamos quedado. Intentamos concretar por "whats up" como quedar pero como la conexión que tenemos es nefasta se hace imposible, tan solo consigo enterarme que han estado toda la tarde bebiendo y andan algo "contentos". Como pasa el rato y no recibo noticias, decido cenar, cuando de repente y estando en mi habitación oigo un golpe en la ventana. Se trata de Romà con cara de loco y pegado al cristal, lo veo como si de un "walking dead" se tratase. Detrás está su chica que se comporta algo más aunque se les nota el efecto de las cervezas que han bebido. Rápidamente arreglo la tortilla en pequeños paquetitos y nos vamos a la playa, pero antes pasamos por el camping a recoger a una pareja de Río que son con quien han compartido toda la tarde.
Antes de salir los empleados del Hostel me felicitan por lo buena que está la tortilla y es que no han podido esperar a probarla ni un instante al percibir tan agradable olor.
A la orilla del mar repartimos la tortilla, parece que a la chica brasileña le ha gustado mucho. Lo cierto es que pensaba que me habría quedado peor porque los utensilios que hay en los hostels dejan mucho que desear, pero ciertamente ha quedado muy sabrosa. Romà ha comprado un par de cervezas que aunque están algo calientes será lo que beberemos. En la plaza de Abrao tocan en directo una banda de "reggae". Primero interpretan canciones tradicionales pero luego se arrancan con su estilo verdadero. Delante nuestro un niño no para de bailar, yo me acerco y danzo con él varios pasos. Las sonrisas que me regala no tienen precio.
Me he quedado con hambre, la tortilla no ha sido suficiente cena por lo que decido acercarme a un puesto donde me compro por 10 reales una "tapioca" de carne seca y queso. La tapioca es similar a una "crêpe" lo único que la masa está hecha solo con una especie de harina gruesa. No me llena mucho pero me sirve para matar el gusanillo.
Después de un buen rato nos entra el sueño y es que la música acompaña en su desempeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario