CONTACTO CON LA UTOP (UNIDAD TERRITORIAL OPERACIONES POLICIALES)
"ANTIDISTURBIOS)
He pasado la noche algo mejor de las muelas pero al poco de despertarme el dolor ha vuelto a aparecer, eso no quita que pueda desayunar algo. Nos acercamos a una panadería que vimos ayer por la noche y compramos un par de croissants, uno relleno de chocolate y el otro de crema. El precio bastante elevado para nuestras expectativas, 7 bolivianos cada uno. Muy cerquita hay un puesto callejero donde compramos un par de jugos que están riquísimos por 2,5 bolivianos cada uno.
Tomamos todo en la habitación y Romà se come el pollo que le quedó ayer de la cena. Yo tan solo puedo tomar el croissant de chocolate, con ello ya me quedo satisfecho.
De nuevo sobre la moto iniciamos la etapa de hoy, destino: "Cochabamba", una ciudad que me hace especial ilusión visitar ya que por mi trabajo tuve que tratar con mucha gente de esa localidad.
Casi toda la carretera está asfaltada, de "Oruro" a "Caihuasi" no hay ninguna incidencia, pero en el principio de la carretera que va de "Caihuasi" a "Cochabamba" encontramos unos kilómetros en obras aunque siempre con un desvío en bastantes buenas condiciones. Damos con varios peajes durante la ruta, pero en Bolivia las motos no pagan, por lo que a veces hay un carril habilitado para que las motocicletas puedan pasar sin hacer cola. Lo que más me sorprende de la ruta es ver la cantidad de basura que observamos durante todo el trayecto tirada en los bordes de la carretera. Es curioso cuando la gente de Bolivia te cuenta que ellos hacen una ofrenda a la "Pachamama" (la madre tierra) para pedirle deseos, pero por otro lado algunos ensucian y maltratan el medio ambiente sin importarles lo más mínimo y más cuando aquí apenas hay nadie que se encargue de la limpieza y mantenimiento. Irónico, ¿verdad?.
Otra cosa que me sorprende bastante y que me da una pena horrorosa es ver la cantidad de perros que hay abandonados o que viven en las calles. En la carretera casi a cada curva te encuentras uno, algunos se les ve temerosos, con el rabo entre las piernas, muchos no confían en la gente, algunos llenos de enfermedades y en el peor de los casos muchos muertos posiblemente a causa de algún atropello. Ciertamente puedo decir que en algún tramo de la carretera he cerrado los ojos porque sufro mucho cuando los veo en esas condiciones.
Cerca de "Cochabamba" paramos para poner gasolina. El tema de la gasolina en Bolivia tiene su misterio. El precio para los Bolivianos está en 3'6 porque el gobierno de Bolivia llegó a un trato con las petroleras, sin embargo para los extranjeros te la cobran a 8'4. Durante todo el viaje hemos conseguido ir regateando como hemos podido, les hemos pedido que nos la cobrasen a precio Boliviano y a cambio les dábamos una propina. Que decir que el trato ha funcionado casi siempre aunque el precio más bajo que hemos conseguido es de 6 bolivianos. En algunas estaciones de servicio ha sido imposible hacer ese tipo de trato, algunos porque se han cerrado en banda y no han querido y otros porque nos argumentaban que en la gasolinera había cámaras y no podían hacer otra cosa porque quedaba registrado en el sistema.
Entramos en "Cochabamba" y lo primero que me sorprende, aunque ya me lo habían comentado, es que se trata de una ciudad muy grande. Como principal reclamos turístico tiene un "Cristo Redentor" que vigila la ciudad desde el alto de un cerro. Circulamos por la vía principal y después de varios kilómetros llegamos al centro donde empezamos a ver varios letreros de alojamiento. Romà para la moto para que baje a preguntar precios y disponibilidad, pero yo en cuanto bajo veo que estoy en la puerta de un cuartel de policía y sin reparos me acerco a uno de sus agentes, me presento y me acredito. Rápidamente llaman a un superior suyo el cual parece ser quien manda realmente y en cuanto llega nos invita a pasar muy cordialmente. Se presenta como el Capitán Paredes, un hombre grande y fuerte, con cara redondeada y ojos achinados.
Le explicamos el motivo de nuestro viaje y lo que andamos buscando, nos aconseja varios alojamientos pero será otro oficial el que nos diga la zona donde podemos encontrar Hospedajes con aparcamiento a buen precio. Por allí cada vez hay más policías, parece que tienen curiosidad por nuestra aventura. Les repartimos varias de nuestras tarjetas y les facilitamos nuestro contacto.
El Capitán nos comenta que aquella comisaría pertenece a la "UTOP", el grupo de antidisturbios de la ciudad y que ellos están tanto para cubrir manifestaciones como para hacer servicios de seguridad ciudadana, aunque si son ellos los que acuden en este caso, su actuación no se centra en el dialogo sino en la acción reactiva.
Nos sentimos muy cómodos hablando con el Capitán, sobre todo gracias a su actitud hacia nosotros. Incluso hay un momento que llama a su hermana por videoconferencia, la cual vive en Barcelona, y la pone a hablar con nosotros. Se le ve muy buen tipo!
Justo antes de salir en busca del Hospedaje el Capitán nos invita a reunirnos de nuevo por la tarde en el cuartel, a eso de las 20h. Quiere que demos una "charla" informal a sus agentes sobre nuestro trabajo, procedimientos y técnicas que hagamos servir. Nosotros aceptamos encantados la invitación. Ya casi preparados para irnos el Capitán ordena a sus patrullas "Gama" (motoristas) que nos acompañen al alojamiento. Salimos del recinto escoltados por 5 motocicletas con 2 agentes montados en cada una, equipados con chalecos antibalas, cargados con sprays de humo y de pimienta y con sus armas largas apuntando al cielo, vamos, todo un espectáculo. Nosotros les seguimos con ciertas dificultades porque la moto vuelve a ahogarse a causa de la altitud. Sin perderles comba llegamos al alojamiento, donde se paran las 5 motos y nos indican por donde debemos acceder. Sorprendidos por lo acontecido les agradecemos el favor y entramos por donde nos han dicho.
El alojamiento es el "Hospedaje El Jardín" y una noche en habitación con dos camas, baño compartido y sin desayuno nos costará 80 bolivianos. Tiene aparcamiento privado sin coste añadido justo en el jardín por el que hay que pasar para ir a las habitaciones.
Al final entre una cosa y otra se nos ha hecho tarde. Salimos en busca de un sitio para comer y en la avenida principal damos con el bar "El Sabrosito", donde yo tomo una "milanesa" (carne rebozada) de pollo y Romà una chuleta, todo con su acompañamiento y coca cola fría por unos 40 bolivianos.
Volvemos al Hostel para darnos una ducha y descansar un poco antes de volver al cuartel.
Llegamos puntuales y la gente se sorprende al vernos, parece que no apostaban por que volviésemos a aparecer. El Capitán reúne a todo su equipo, serán unos 50 y haciendo un rondo nos presenta muy formalmente. Empezamos la charla presentándonos y explicando un poco sobre que funciones tenemos nosotros en nuestro trabajo, algunos procedimientos que utilizamos e incluso alguna técnica de defensa personal. Después de ello se inicia una ronda de ruegos y preguntas donde algunos agentes participan y exponen sus inquietudes.
Después de casi hora y media de charla el Capitán nos insta a pasar a su despacho y nos comenta que mañana por la mañana en el cuartel van a jugar a fútbol para romper un poco con la rutina ya que llevarán 24h de servicio ininterrumpido y que le gustaría que fuésemos. Nosotros pese a no tener ropa para jugar aceptamos la invitación. Pero eso no es todo, también nos invita a ir por la tarde a su casa porque va a preparar un asado. Aceptamos de buen grado el ofrecimiento.
Como ya se ha hecho tarde vamos a ir a cenar y un Teniente (de la escala de oficiales) que aún no ha podido comer nada, nos acompaña a un restaurante de comida tradicional boliviana para que podamos degustar algo típico. El restaurante se llama "el Palacio del Sil Pancho" y allí su especialidad es el "Sil Pancho", una carne muy fina rebozada que se sirve con acompañamiento. Los tres comemos lo mismo y decidimos invitarlo. El precio asciende a 50 bolivianos sumándole una coca cola de 2 litros que hemos pedido para beber.
El chico nos explica que uno puede "postular" (opositar) directamente por una plaza en la escala de oficiales en vez de la escala básica, la diferencia es que la escuela en la básica dura 2 años, mientras que en la escala de oficiales la duración es de 4. Así que una persona que nunca ha sido policía, después de estudiar 4 años puede salir a la calle como Teniente (primer escalafón en la escala de oficiales) y puede mandar a otros que sean por ejemplo Sargentos y que tengan mucha más experiencia laboral que él, algo que nos resulta muy curioso. Otra cosa que nos explica y que nos deja sorprendidos es que la forma de ascender en el cuerpo es por antigüedad. Se ve que cuando llevas ciertos años en tu escalafón estás obligado a opositar por el puesto que te precede y la gran mayoría de los postulantes pasan las pruebas. Así comentaban que dentro de unos años casi todos serán altos mandos de la policía y apenas habrá agentes o patrulleros ya que cada año son menos plazas de la escala básica las que se ofertan.
El chico nos ha caído bien, se ve muy humilde y buena persona. Nos contaba que él es de "La Paz" y que echa de menos a su familia y amigos, pero que es la profesión que ha escogido y todo esto forma parte de ello.
De vuelta al cuartel el Capitán nos vuelve a recibir y parece querer hacer algo más para agradarnos. Romà le pide poder salir en un coche patrulla con ellos para ver el ambiente de la ciudad. El Capitán accede y llama a otro oficial (el que nos había aconsejado el alojamiento) y a un conductor para que nos acompañen a dar ese “paseo” por el centro. Toman una antigua ranchera y nos subimos en la parte posterior la cual está abierta al cielo. Nos llevan por las áreas principales de ocio. El Teniente que nos acompaña nos explica qué zonas son más seguras y cuales menos. Al llegar a una parte de la ciudad la cual denominan "zona roja", debido a su alto grado de conflictividad, nos dice que alguien de su grupo ya ha gaseado con gas pimienta, y no miente porque repentinamente me empieza a picar la nariz provocándome una repetición de estornudos incontrolables.
Nos sentimos observados por la gente que pasea por la calle, a lo que el oficial nos comenta que lo más probable es que piensen que somos delincuentes que han detenido, pero eso a nosotros no nos importa, estamos viviendo una experiencia única!
Tras una vuelta de poco más de media hora y sin haber presenciado ningún ilícito penal, nos dejan en la puerta del Hospedaje.
Les agradecemos mucho todo lo que han hecho por nosotros y entramos en el alojamiento con ganas de ir a dormir. Ya pasa de la 01h y nuestro cuerpo y mente debe descansar después de un día lleno de grandes sorpresas.
Mapa de ruta:
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