MUERTO POR MI DOLOR DE MUELAS
He pasado una noche horrorosa. El dolor me despertaba cada dos horas y para intentar calmarlo me tomaba la única pastilla que tenía a mi alcance, el ibuprofeno que la noche anterior me había dado Loreto. Sabía que no hacía bien tomándomelo cada 2 horas pero la desesperación a veces te lleva a tomar decisiones poco acertadas.
Otra vez toca levantarse temprano, a las 06:40 suenan los despertadores de la habitación. Tomamos el desayuno a las 07h y a las 07:30h nos ponemos en marcha dejando atrás la bella laguna que nos ha escoltado durante toda la noche.
Fernando parece que se ha recuperado y Loreto me ha llamado la atención cuando le he contado mi ingesta de pastillas. Me comenta que no es por el excipiente sino porque el hígado se puede resentir.
Antes de salir nuestro guía nos ofrece la posibilidad de cambiar la ruta, en vez de ir a la "Laguna Verde", que según nos dice apenas tiene agua y no podremos apreciar ese color verde tan característico que la hace tan deseada, o ir a ver unas construcciones gigantes de piedra que reciben el nombre de "La Vieja Italia". Es una alternativa que pocas agencias ofertan y que según nuestro guía vale la pena ir a ver. Aceptamos la nueva propuesta y emprendemos la marcha.
Nuestra primera visita será "El desierto de Dalí". Unas grandes dunas con unas lejanas piedras de una altura de unos 5 metros hace que el paisaje se parezca considerablemente a aquellos escenarios surrealistas que Dalí plasmaba en sus obras. Le hago un par de fotos pero no se aprecia su majestuosidad.
Nos montamos en el coche y volviendo sobre nuestros pasos nos encaminamos hacia "La Vieja Italia".
Mi boca empieza a hacer de las suyas y Loreto me ofrece un calmante que rápidamente me hace efecto, es mano de Santo! Pero tan rápido hace el efecto igual de rápido se va y en menos de dos horas vuelvo a estar con un dolor más intenso si cabe.
El traqueteo del coche no ayuda a mi mejoría y quiero tomarme algo que me ayude a calmar el dolor, pero Loreto no me va a dejar y me dice que debo esperar 3 horas más. La verdad es que no se como lo voy a a hacer.
Llegamos a una zona con gigantescas formaciones rocosas.
Yo me bajo del todo terreno y camino un poco aunque no tengo apenas humor para nada y rápidamente me vuelvo al auto. Cuando ya estamos todos de vuelta en el coche reemprendemos la marcha y nos acercamos a otra zona rocosa, ahora si que hemos llegado a "La Vieja Italia". En esta ocasión ni me bajo del coche ya que el dolor apenas me deja disfrutar de nada de lo que me rodea.
Consigo una pastilla que me dan Sergio y Araceli de "estrangis" sin que Loreto lo vea, me la tomo pero desgraciadamente no siento ninguna reacción, ni al principio ni más tarde.
Hablando con el chófer me comenta que él también tiene dolor de muelas y me ofrece una pastilla de las que se toma cuando lo pasa mal. Me la guardo para el momento que pueda tomármelo, intentaré espaciarla en el tiempo con la última que he ingerido.
Voy aguantando el dolor durante horas hasta que finalmente llegamos a un poblado donde comeremos en una casita; tomate, ensalada, arroz y atún.
Antes de empezar me he tomado la pastilla que me ha dado el chófer, se llama "Diclónic", son 250 mg. y su excipiente es "clonixinato de lisina", el mismo que me había dado Loreto a la mañana. Casi al momento me hace efecto y me veo capaz de tomar algo suave, me decido por un poco de tomate y atún.
Cuando terminamos volvemos a la carretera y tras un par de horas hacemos una parada técnica en el pueblo de "San Cristobal" donde parece que hay una fiesta regional. Nos acercamos a ver que "se cuece" en la plaza del pueblo y nos sorprende ver a varios coches adornados con peluches y mantas y varias mujeres vestidas con ropas tradicionales y los hombres con una especie de traje a lo "Elvis Presley", de color blanco y con pedrería azul encumbrado con unos gorros tipo "cow-boy". Se nota que llevan muchas horas bebiendo porque a algunos incluso les cuesta mantener la verticalidad. De repente una orquesta de instrumentos de viento y percusión arrancan a tocar en la esquina de la plaza. Hombres y mujeres empiezan a bailar lo que parece ser música tradicional. Los hombres dan pequeños saltitos asemejándose a los que hace una cabra cuando se asusta, las mujeres hacen algo parecido a un "paso de baile" que cuesta seguir porque cada una lo hace de una manera muy personalizada, pero lo que de verdad importa allí es que la gente se lo pase bien, no les importa nada de lo que les rodea ni de los comentarios que se puedan hacer de ellos, lo que les importa es divertirse. Y yo la verdad, me quedo boquiabierto con tal espectáculo, incluso me apetece meterme por medio a bailar pero desisto de mi idea ya que la cerveza no deja de correr y con tanta medicación que he ingerido es mejor que ni una gota de alcohol se acerque a mi persona.
Tras un rato disfrutando de semejante espectáculo dantesco nos encaminamos para hacer el último tramo del tour. Serán unas 2 horas por asfalto hasta llegar a "Uyuni".
A las 16h llegamos a destino, tal y como marcaba la planificación y allí nos despedimos todos con un poco de añoranza.
La boca parece que me respeta, pero se que de un momento a otro volverá a darme avisos de su estado crítico.
Estamos de vuelta en el Hostel "Vieli", aprovecho que justo al lado hay una farmacia donde voy a comprar la "amoxicilina". Venden pastillas sueltas, cada una cuesta 1 boliviano por lo que compro 30 para tener al menos para una semana, lo que me suelen recomendar el dentista cuando me ocurre algo así. También compro 10 pastillas de "diclofenaco" para aliviar el dolor a 1 boliviano cada una.
En el Hostal nos equipamos con la ropa de moto y tras pagarle 20 bolivianos a la chica de recepción por los dos días que hemos dejado la moto allí estacionada nos encaminamos hacia el aparcamiento acompañados por otra trabajadora para retirar la moto. Acomodamos todo en su sitio y a las 17h volvemos a la carretera con destino "Oruro". Tenemos por delante unos 200km de puro asfalto.
A medio camino el efecto de la pastilla contra el dolor ha dejado de hacer su cometido y el dolor se intensifica más por la presión que ejerce el casco sobre mi mandíbula que me obliga a presionarlo en uno de sus laterales con la clara intención de liberar mi zona afectada, incluso hay un momento en que Romà me ofrece su casco, un poco más holgado, para evitarme esos dolores, cosa que acepto agradecidamente. Aunque con el cambio de casco he sentido mejoría el dolor persiste y le pido a Romà que paremos para tomarme un ibuprofeno. Después de casi 3 horas de sufrimiento y ya de noche llegamos a nuestro destino.
Romà que ya tenía mirado un alojamiento lo encuentra casi directo, se trata del "Hospedaje Vergara" y llegamos al acuerdo de pagarle 80 bolivianos por una "zulo-habitación" con dos camas, baño compartido y sin desayuno. La moto la podemos aparcar dentro del alojamiento sin ningún coste añadido.
Nos aseamos y salimos en busca de un restaurante donde ir a cenar. Yo poco a poco me siento peor, empiezo a tener mucho frío y los temblores pican a mi puerta para saludarme. Encontramos un restaurante en el que solo hay hombres con sus mesas llenas de cervezas de litro vacías pero aparentemente no hay nadie ebrio. Romà se pide un plato pequeño de pollo a la brasa con arroz y yo tan solo beberé un jugo de manzana, no tengo ánimo de comer nada. Me encuentro francamente mal pero quiero esperar a que Romà termine de cenar. Le traen lo que ha pedido y realmente parece un plato para dos personas. Se comerá la mitad y la otra mitad se la llevará para desayunar al día siguiente. Todo le sale por 50 bolivianos. Yo apenas hablo mientras dura la cena, cualquier movimiento que haga con la boca me causa un fuerte latigazo que prefiero evitar por todos los medios.
Llegamos al Hostel y mis temblores han ido a más, creo que tengo fiebre a causa de la infección y el antibiótico me ha bajado las defensas. Rápidamente me meto en la cama, tan solo me quito los zapatos. Le pido a Romà que me traiga un poco de agua y el botiquín que está en la maleta de la moto y como no tenemos vaso me trae la ollita donde cocinamos llena de agua. Es importante que beba mucho pare eliminar la medicación, a más durante la noche serán varias pastillas las que tengo que tomar, debo alternar la "amoxicilina" con el "ibuprofeno".
Después de medicarme cierro los ojos y me duermo entre temblores.
Mapa de Ruta:
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