20/02/2017 COTARUSE - ICA (470,5 km)
A PUNTO DE LLEGAR A LIMA
Al sol le ha dado por asomarse por nuestra ventana a las 06h. El rumor del río que pasa por la parte posterior del hospedaje nos ha cantado toda la noche. Es temprano, son las 07h y ya estamos despiertos. Pese a que nos roneamos un poco en la cama no llega a las 08h que ya estamos en pié. En el mismo hostal preparan desayuno, unas patatas con carne y arroz acompañado de un espeso brebaje caliente que se asemeja a unas "gachas". Mi estómago no está acostumbrado a es tipo de desayuno y añora su café con leche acompañado de una pasta dulce.
Pagamos 6 soles por cada desayuno y una vez con todo depositado en la moto nos ponemos en marcha.
La ruta discurre inicialmente por un paisaje típico de alta montaña donde un río zigzaguea danzando al son de la carretera. Ganamos altitud dejando tras de nosotros cientos de curvas y con cientos delante del neumático por recorrer- Las vistas que se abren ante nuestros ojos son impresionantes y conforme ganamos altura el frío se hace más intenso, incluso hacemos una parada para abrigarnos para hacer frente a los 7 grados que marca el termómetro de la moto.
Seguimos la etapa y el escenario cambia levemente dejando atrás las montañas y apareciendo grandes explanadas verdes con lagunas y riachuelos que caen a modo de cascada en ellas. En un momento nos encontramos entre dos escenarios diferentes: tras nosotros dejamos las verdes montañas y delante de nuestra vista se abren enormes montañas de tierra marrón sin apenas vegetación que será la antesala de un árido desierto que nos golpeará con fuerza haciendo uso de sus casi 40 grados de temperatura. Al llegar cerca de "Nazca" Romà detiene la moto para quitarse gran parte de la ropa que llevaba como abrigo, yo prefiero esperar a recorrer los 30 kilómetros que nos faltan hasta el pueblo.
Una vez llegamos paramos a comer en un restaurante del centro. Sí, de nuevo pollo con arroz pero ésta vez nos sirven también un poco de ensaladilla rusa. Lo acompañamos con el mate fresco que va adjunto al plato. Nos cuesta 6 soles por barba.
Al terminar de comer tomamos la decisión de seguir el camino hasta "Ica". Podríamos haber parado a descansar en "Nazca" pero Romà prefiere hacer más kilómetros y yo hoy me siento mejor que ayer sobre la moto, así que retomamos la carretera. Al salir del poblado empezamos a comprender el motivo del calor que hace. Un enorme desierto se abre ante nosotros, se trata del desierto de "Nazca" donde se encuentran las famosas "líneas de Nazca", unos antiguos geoglifos (figuras trazadas en laderas de cerros y planicies) con formas de animales hechos por la "cultura Nazca" (entre el 100 y el 600 dC).
Para sorpresa nuestra, a unos 15 kilómetros de recorrido encontramos un mirador, el único desde el que se pueden divisar 3 de las 800 figuras que hay en el desierto. Para ver el resto hay que tomar una avioneta que no estamos dispuestos a pagar. Subimos al mirador previo pago de 3 soles y desde allí tomamos alguna foto. Es curioso pero nada impresionante y casi me quedo antes con las vistas que con las figuras.
Bajamos y seguimos el recorrido. Un calor sofocante en medio del desierto se hace sentir, varios huracanes de pequeñas dimensiones flanquean la carretera incluso llegamos a atravesar uno de ellos. Largas rectas con ondeantes irregularidades será lo que nos acompañará hasta llegar a "Ica".
A la entrada del pueblo varios alojamientos muestran sus credenciales. Paramos en el "Hotel Rosella" donde por una habitación individual (pero que tiene cama matrimonial) nos cobrarán 45 soles y donde podremos estacionar la moto dentro del mismo alojamiento, pero no os penséis que tienen parking, el aparcamiento es en el mismo "hall" del Hotel, al lado de la recepción.
Han sido casi 7 horas sobre la moto y son las 16h pasadas. Por fin nos podremos dar una ducha ya que ayer no teníamos agua caliente y tanto Romà como yo no estamos preparados para vivir ese tipo de sufrimiento.
Nos regalamos un par de horas de tiempo libre hasta el momento de cenar. Recostados en nuestras camas una sorpresa nos golpea al conectar nuestros teléfonos móbiles a la red wifi; se trata de Jorge, el indígena del Amazonas que por fin nos ha contestado. Nos confirma que podrá acogernos del 23 al 28 de febrero, que el punto de encuentro será en el aeropuerto de Iquitos a nuestra llegada ya que nos vendrá a buscar. A partir de ahí todo estará incluido dentro del precio que nos va a cobrar, 150 soles diarios por persona. Emocionados comenzamos a buscar vuelos para ir a Iquitos, la posibilidad de llegar allí en moto se hace inviable ya que Iquitos es una isla en medio del Amazonas. Con muchos problemas para efectuar la compra a causa del pobre internet del que disponemos, logramos nuestro objetivo, vuelo de ida y vuelta por 180€ cada uno en la compañía Star Perú. Le informamos a Jorge para que tenga en cuenta la hora de nuestra llegada y con eso dejamos zanjado el tema.
Pero yo tengo algo pendiente, la revisión de mis muelas. Sigo bastante dolorido, uno de mis implantes se ha ido aflojando hasta tener la sensación de que de un momento a otro lo puedo perder, a más eso me está machacando la encía. Del otro lado de la boca la muela que lleva casi un mes dándome problemas sigue haciendo de las suyas y no me ha dado casi respiro, aunque cierto es que no es nada comparable al dolor que pude sentir días atrás. Afortunadamente hablo con mi amigo Jason que está en Barcelona pero que es originario de Lima. Me comenta que allí tiene familia y me pone en contacto con un primo suyo que es dentista. Nos hablamos por WhatsApp y quedamos e vernos cuando estemos por Lima.
Con la satisfacción de haber tomado la delantera en muchos temas que teníamos pendientes salimos a cenar. Ya son las 19h y nos acercamos a un centro comercial que hay cercano al alojamiento. Como estamos algo cansados de los menus de sopa y pollo dcidimos cenar a lo "guarro" tomando un par de pizzas del "Pizza Hut" con un par de refrescos por lo que pagamos 25 soles. Parece mucho, pero al cambio son 8€, una cuenta más que asequible. Como postre comeremos un par de helados tipo "sundae" (4 soles cada uno). Ha sido una cena poco saludable; pero... ¿y lo bien que sabe?
De vuelta al Hotel me enredo de nuevo con el blog y con varias gestiones que tenemos pendientes por solucionar.
Se me ha hecho algo tarde, suerte que mañana no tenemos prisa para salir hacia Lima. Son 300 kilómetros de una carretera recta y asfaltada que nos llevará de cabeza a la capital de Perú.
Mapa de ruta:
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